La “continua histeria de Estados Unidos y sus aliados en términos de confrontación nuclear (...) están llevando a la península coreana a una situación militar al borde de la guerra nuclear”, advirtió el embajador de Pyongyang Kim Song, en un discurso ante la Asamblea General de la ONU.
Kim arremetió contra la política de Washington en el noreste asiático y denunció una “situación actual peligrosa (que) es culpa de Estados Unidos, que busca perfeccionar su ambición hegemónica por todos los medios sobrestimando su poder”.
Para el representante del régimen comunista de Kim Jong Un, “la responsabilidad también recae en las fuerzas gobernantes de la República de Corea (Corea del Sur) que pretenden imponer el azote de una guerra nuclear contra (nuestra) nación”.
Seúl estaría “obsesionado con la sumisión voluntaria a Estados Unidos y la confrontación fratricida”, concluyó el diplomático norcoreano.
SEÚL MUESTRA MÚSCULO. En tanto, Corea del Sur, celebró este martes su primer desfile militar en una década, con la participación inédita de Estados Unidos, una demostración de fuerza en un contexto de tensión con Corea del Norte.
Unos 4.000 soldados participaron en el desfile en pleno centro de Seúl, bajo los aplausos de una multitud que agitaba banderas, en el que se exhibieron también 170 tanques, drones y misiles.
Alrededor de 300 soldados estadounidenses participaron en el desfile en el centro de la capital surcoreana, un hecho inédito que ilustra la solidez de la alianza militar entre ambos países frente a la amenaza nuclear norcoreana.
Seúl organiza por lo general un desfile militar cada cinco años, pero la edición de 2018 fue remplazada por una ceremonia más sobria por el presidente de izquierda de entonces, Moon Jae-in, que intentaba acercarse a su vecino del norte.
Ahora el país está dirigido por Yoon Suk Yeol, un conservador que mantiene una política de mano dura con Pyongyang. Desde que llegó a la presidencia en mayo de 2022, Corea del Sur ha intensificado su cooperación militar con Estados Unidos y Japón.
Yoon presidió además una ceremonia en una base aérea durante la cual se regocijó del reforzamiento de los lazos entre Estados Unidos y Corea del Sur en temas de defensa.
“Si Corea del Norte utiliza armas nucleares, su régimen será frenado por una respuesta aplastante de la alianza entre Estados Unidos y Corea del Sur”, dijo Yoon.
Este primer desfile en diez años, “es un gesto poco sutil y visualmente provocativo por parte del gobierno surcoreano para mandar (al líder norcoreano) Kim Jong Un el mensaje de que Seúl no dará marcha atrás ni buscará formas de reconciliarse”, dijo Soo Kim, de LMI Consulting, ex analista de la CIA. Corea del Sur es un importante exportador de armas.