El lanzamiento llega después de que Pionyang, que en 2022 realizó un número récord de lanzamientos de misiles, haya estado más de mes y medio sin realizar un solo test de armas, un lapso sin actividad norcoreana en este terreno que hacía tiempo que no se veía en la península.
Su último test databa del 1 de enero, cuando apenas transcurridas 3 horas del nuevo año, disparó un proyectil de corto alcance con un lanzacohetes múltiple de gran tamaño.
Pero ya en la víspera Corea del Norte lanzó el primer mensaje tajante desde el mencionado ensayo, amenazando con una respuesta sin precedentes a las maniobras militares anuales de primavera, llamadas Freedom shield, que comenzaron a ultimar para marzo el Sur y EEUU, que además la semana próxima realizarán un ejercicio teórico que simula un ataque nuclear. Y el régimen parece haber enviado una seria advertencia con carácter preventivo al lanzar un ICBM que mostró capacidad potencial para alcanzar todo el territorio estadounidense. EFE
