El Estado Mayor Conjunto (JCS) detalló en un comunicado que detectó “tres misiles balísticos de corto alcance lanzados por Corea del Norte al mar del Este (nombre que recibe el mar de Japón en las dos Coreas) desde el área del condado de Junghwa, en la provincia de Hwanghae del Norte (suroeste del país) en torno a las 8:00 hora local (23:00 GMT del viernes)”.
Inicialmente los ejércitos surcoreano y japonés detectaron aparentemente un solo proyectil de tipo balístico.
La prueba de hoy llega en un momento en el que la tensión se encuentra en máximos en la península coreana y apenas un día después de que Seúl realizara una prueba para un futuro cohete espacial de combustible sólido con el cual quiere acelerar el despliegue de satélites de reconocimiento militar.
Este año Corea del Norte, enfrascada en un plan de modernización armamentística a cinco años y aún completamente cerrada al exterior por la pandemia, ha realizado prácticamente cincuenta lanzamientos de proyectiles de distinto tipo y, especialmente en la segunda mitad del año, ha venido ejecutando estas pruebas para replicar al Sur y a EE.UU.
Ante la negativa del régimen de retomar la diplomacia y su insistencia en reforzar su arsenal, Seúl y Washington retomaron desde mayo sus grandes maniobras militares y han optado por responder a tests de Pionyang con el despliegue rotatorio de activos estratégicos estadounidenses en la península, lo que ha deparado y acelerado un ciclo de acción-reacción que los expertos ven con preocupación.
Este último lanzamiento llega además en un momento en el que el partido único norcoreano celebra un importante pleno en Pionyang para fijar su agenda de 2023 y se prevé que el régimen publique mañana, 1 de enero, el discurso de clausura del líder Kim Jong-un, el cual podría incluir mensajes para EE.UU. o Corea del Sur.