El Estado Mayor Conjunto de Seúl indicó que el ejército “detectó dos misiles balísticos de corto alcance” disparados hacia el mar de Japón entre las 07H41 (22H41 GMT) y las 07H51, el cual recorrió unos 620 kilómetros.
“Nuestro ejército reforzó la vigilancia en preparación para disparos adicionales”, agregó la comandancia del ejército surcoreano.
Corea del Norte pareció confirmar esos tiros el miércoles, con la agencia estatal KCNA informando de que el ejército había disparado, la víspera, “dos misiles tierra-tierra de medio alcance”.
“Los misiles alcanzaron su objetivo, Phi Islet”, un islote situado frente a la costa noreste de Corea del Norte, según KCNA.
El portavoz del gobierno japonés, Hirokazu Matsuno, indicó que los misiles no cayeron en aguas territoriales de su país aunque Tokio teme que Pyongyang realice “otras acciones provocadoras”.
El domingo por la mañana, el aislado país comunista disparó dos “misiles de crucero estratégicos” desde un submarino, horas antes del inicio de los ensayos militares de Seúl y Washington.
Bautizados como Escudo de Libertad, estos ejercicios empezaron el lunes y deben alargarse durante diez días como parte de la estrategia de estos dos países para contrarrestar la amenaza del Norte.
En un gesto poco habitual, el ejército de Corea del Sur informó este mes de que las fuerzas de élite de ambos países realizaron previamente simulaciones de ataques de precisión contra instalaciones clave del Norte.
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Las maniobras iniciadas esta semana se centrarán en el “cambiante entorno de seguridad” vinculado a la agresividad norcoreana, dijeron los aliados.
Estos ejercicios “incluyen procedimientos bélicos para repeler potenciales ataques norcoreanos y para realizar una campaña de estabilización en el Norte”, aseguró el ejército surcoreano.
También señaló que el ejercicio es “defensivo”.
Sin embargo, Corea del Norte ve este tipo de maniobras como ensayos para una eventual invasión y ha advertido en repetidas ocasiones que responderá con acciones “abrumadoras”.
El año pasado, Pyongyang declaró “irreversible” su estatus de potencia nuclear y disparó un número récord de misiles.
Este mes, su líder Kim Jong Un ordenó a sus fuerzas armadas intensificar los ejercicios para prepararse para una “guerra real”.
De su parte, Corea del Sur ha reforzado las maniobras conjuntas con Estados Unidos en la zona, que en ocasiones incluyeron el despliegue de activos militares estratégicos de la potencia norteamericana.
Los analistas preveían que Corea del Norte usará los ejercicios de sus rivales esta semana para practicar más disparos de misiles e incluso una prueba nuclear.
“Deben esperarse más lanzamientos de misiles con variaciones en el estilo y el alcance, con incluso un test nuclear”, dijo Chun In-bum, un general retirado del ejército surcoreano.
También es una oportunidad para Pyongyang para demostrar que su “razón para desarrollar misiles es con objetivos de autodefensa”, apuntó Go Myong-hyun, investigador del Instituto Asan de Estudios Políticos en Seúl.
Pero Leif Easley, profesor de la Universidad Ewha de la capital surcoreana, apuntó que estos disparos también desempeñan una función a nivel doméstico.
“Esto en gran parte está relacionado con que el régimen de Kim no quiere parecer débil cuando atraviesa dificultades económicas en casa, mientras Corea del Sur tiene éxito reforzando su potencia de fuego y sus alianzas de seguridad”, dijo a la AFP.
“Debido a esto, podemos esperar más demostraciones de fuerza de Pyongyang”, agregó.