El coronel Luis Irrazábal Barboza nació en la ciudad de Encarnación el 8 de agosto de 1891. Sus estudios primarios los realizó en su ciudad natal, prosiguiendo luego sus estudios secundarios en Asunción, capital del Paraguay.
El 1 de abril de 1913, a la edad de 22 años, Irrazábal Barboza ingresó al Ejército nacional y desde los primeros momentos no dudó en cumplir con su deber, según cuentan los registros de la historia.
Actuó en defensa del Gobierno en 1915, durante el intento de golpe contra el presidente Eduardo Schaerer. Más tarde se mantuvo fiel al Gobierno de Eusebio Ayala.
Luego de la revolución fue enviado a continuar sus estudios en Chile. Regresó a la patria con una medalla de oro en el pecho, la primera otorgada a un oficial extranjero en ese país.
Posteriormente, fue destinado a la guarnición militar de Paraguarí, donde se abocó a la creación del Regimiento I de Caballería Valois Rivarola, el 10 de febrero de 1926, tras ser nombrado para comandarlo.
Fue también el creador de la Escuela de Equitación y se preocupó por la formación intelectual y técnica de sus subordinados.
La historia relata que a Irrazábal Barboza no le fueron extrañas las destrezas ecuestres y la distracción en el ámbito equino. Fue el creador del Club de Polo de la ciudad de Paraguarí y eran célebres las fiestas patronales de ciudades vecinas, con los espectáculos de la caballería comandada por Irrazábal.
El 20 de enero de 1933 se inició la primera batalla de Nanawa, en la guerra con Bolivia. Los primeros días de la batalla, los bolivianos sufrieron más de dos mil bajas, contra doscientos cuarenta y ocho en filas paraguayas. Los bolivianos atacaban y los paraguayos defendían la posición, dicen los registros de la historia.
Los caminos de acceso a Nanawa estaban repletos de cadáveres, pero el comandante boliviano Kündt ordenó que sigan los ataques frontales, con lo cual aumentaban las bajas en su ejército.
Rodeados por el enemigo, sin posibilidad de ser auxiliados por tierra, el coronel Luis Irrazábal Barboza dispuso la rápida construcción de una pista de aviación, que posibilitó el suministro de pertrechos y municiones a los paraguayos, y dio la orden de que si los proyectiles se acababan, los soldados alistados bajo la bandera nacional debían continuar con el combate cuerpo a cuerpo, sin pensar en la retirada.
Esa acción le hizo merecedor de la Cruz del Chaco. Estos triunfos del Ejército paraguayo le valieron un nuevo ascenso al comandante en Jefe del Ejército en Campaña, José Félix Estigarribia, narra la historia.
Es así que Irrazábal, con la causticidad que le caracterizaba, felicitó a Estigarribia diciéndole: “Siga usted ascendiendo, general, que nosotros continuaremos en nuestros puestos de combate para que usted siga agregando estrellas sobre sus hombros”.
Los registros de la época refieren que el comentario no le fue perdonado a Irrazábal Barboza y le costó el cargo.
En la posguerra fue nombrado agregado militar en Buenos Aires, Argentina; luego en Santiago, Chile, donde estuvo como ministro plenipotenciario de Paraguay, cargo que después desempeñó en Perú. Este soldado y héroe de Nanawa falleció en Asunción el 16 de marzo de 1958.