La dictadura de Alfredo Stroessner duró 35 años y fue derrotada tras un golpe militar hace más de tres décadas y que comenzó el 2 de febrero de 1989.
De acuerdo a los datos de la Comisión Verdad y Justicia, el régimen dejó a su paso 9.923 personas que sufrieron 14.338 violaciones de derechos humanos, según testimonios registrados. Rivarola consideró que hubo avances en el plano normativo y nuevas instituciones para garantizar el cumplimiento de las leyes, además de las libertades públicas.
Sentenció que ese nuevo orden jurídico iba a llevar a un estado democrático de derecho. Sin embargo, apuntó que entraron las viejas y nuevas caras de la clase política arrastrando una sucesión de fracasos graves, comenzando por el sistema electoral. “Se supone que se iban a realizar elecciones competitivas, periódicas, libres pero se entra con todo el esquema de clientelismo y se destruye el sistema”, apuntó.
CORRUPCIÓN. La analista consideró que la corrupción cambió de la estructura piramidal que se articulaba en la era stronista y en el poststronismo se extendió en todas las esferas públicas.
“La corrupción se dispersó a todos los espacios de poder. Desde la oficina de la Fiscalía, la intendencia, la oficina de Ande y Copaco”, ejemplificó Rivarola. Consideró que se “bastardearon las instituciones legalmente creadas y cuesta hablar de transición a la democracia”. “Estamos hablando del poststronismo. ¿Cómo vamos a definir estas tres décadas y como el post-stronismo”, apuntó.
Refirió que no se llegó al estado social de derecho. “Las instituciones creadas respetando las normas jurídicas no están funcionando debido a que la lógica clientelar de los partidos bartardeó todo”, reflexionó la politóloga.
Uno de los principios de la transición es la alternancia. Sin embargo, apuntó que los manejos de la clase política están frustrando las señales que aparecen en medio de los procesos políticos.
“Estuvo estructurada pero se frustró por la práctica de los partidos. Estos se desviaron de su objetivo fundamental. El objetivo fundamental de un estado democrático es garantizar derechos a la ciudadanía y eso no esta sucediendo”, dijo.
CONSTITUYENTE. La última reforma constitucional se realizó en 1992. En cada periodo de gobierno se instala la idea de impulsar nuevos cambios. Sin embargo, la sombra de la figura de la reelección genera una fuerte crispación interna y crisis política como la última que ocurrió en el 2017.
Milda Rivarola se mostró reacia a que en este momento se pueda impulsar una nueva Constituyente. Consideró que los operadores de los partidos políticos contaminarán cualquier iniciativa.
“Los mismos constituyentes van a destrozar todo (una eventual reforma constitucional) porque van a ser de vuelta operadores de los partidos políticos. .Le van a dar al zorro la responsabilidad de reformar el gallinero”, expresó.
La analista puso énfasis en la necesidad de que haya mayor participación y reacción ciudadana. “Necesitamos una ciudadanía mucho mas activa. Los partidos políticos transformaron lo que es ciudadanía paraguaya en clientela electoral. Se necesita una reforma profunda en los partidos”, remarcó.
Mencionó que cada vez que hubo intervención activa ciudadana, los partidos terminaron frustrando los logros desde el Marzo Paraguayo para adelante desde la alternancia lograda en el 2008 (con la caída del Partido Colorado).
Consideró que los partidos políticos pequeños, salvo el caso del Frente Guasu, no tienen propuestas y una participación distinta a la de los otros partidos.
“Esos pequeños partidos que surgieron y murieron tampoco sirvieron para renovar el espectro político”, remarcó. Habló de la necesidad de que se produzcan cambios en los partidos políticos tradicionales que siguen controlando el 85 por ciento del poder local de las intendencias y gobernaciones en todo el país.
A su criterio, refirió que se tiene que producir una ruptura fuerte para que cambien las cosas. “Es necesario que se pueda patear el tablero y dentro de las normas democráticas impulsar transformaciones políticas necesarias para brindar realmente un estado de derecho a los paraguayos”, dijo.
“Si se observa el gobierno de Stroessner a esta parte, hay mejoras llamativas respecto a los años dorados del régimen de la dictadura. Sin embargo, faltan mejorar cuestiones básicas en materia de servicio de salud, educación y generación de fuentes de trabajo principalmente a la juventud”, concluyó.
La corrupción se dispersó a todos los espacios de poder. Desde la oficina de la Fiscalía a la intendencia. Milda Rivarola, Analista.
Se bastardearon las instituciones creadas y cuesta hablar de transición a la democracia. Estamos hablando de poststronismo.
Las instituciones creadas, respetando las normas jurídicas, no están funcionando debido a la lógica clientelar.
9.923 personas sufrieron 14.338 violaciones de DDHH (detenciones, torturas, ejecuciones)
35 años duró el régimen de la dictadura de Stroessner que terminó con un golpe militar