El caso que estudiará la Corte Interamericana de Derechos Humanos es sobre un joven que prestó el servicio militar y que, según la denuncia, fue sometido a ejercicios que le ocasionaron la muerte, de acuerdo con las declaraciones de Humberto Sierra Porto, uno de los jueces del organismo, que recogió EFE.
Esta instancia tendrá su 62 período extraordinario de sesiones en Barranquilla, Colombia, del 26 de agosto al 6 de setiembre.
El caso paraguayo es el de Vicente Ariel Noguera, que falleció a los 17 años en un establecimiento castrense, el 11 de enero de 1996, cuando cumplía su servicio militar en Mariscal Estigarribia, Chaco paraguayo.
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La Corte IDH convocó tanto a Paraguay como a los representantes de las presuntas víctimas y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a una audiencia pública, que será el 28 de agosto a partir de las 09.00, hora de Colombia. En esa ocasión deberán presentar sus alegatos y observaciones orales.
Igualmente, deberán presentarse: la presunta víctima, que en este caso es María Isabel Noguera, madre del fallecido, un perito de la CIDH y tres testigos, dos del Estado y uno de los denunciantes.
La muerte del adolescente se dio en extrañas circunstancias. El Estado reconoció su responsabilidad en el 2011 por el fallecimiento de dos adolescentes: de Pedro Antonio Centurión, quien murió en setiembre el 2000, y de Noguera.
Por el último, incluso, se firmó un acuerdo con la familia, pero no fue cumplido en su totalidad, por lo que se llegó hasta instancias internacionales.
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Paraguay registra 147 personas muertas en el servicio militar obligatorio y dos desaparecidos, entre 1989 y 2012.
La madre de Noguera explicó a Última Hora que llegó hasta esta instancia debido a que la Justicia nunca investigó, por lo tanto no esclareció, las circunstancias de la muerte de su hijo. Sostuvo que el acuerdo fue cumplido “en forma muy mínima”.
“Cualquier cosa voy a aguantar, pero no que manoseen la memoria de mi hijo”, afirmó con la voz quebrada por la tristeza que siente hasta la actualidad. En enero del 2020, se cumplirán 20 años del deceso del joven.
Ella misma se está representando, ya que al momento de pedir que se investigue el caso, en la década de 1990, no conseguía abogado.
Motivada por esclarecer su trágica pérdida, estudió Derecho, se graduó y empezó las acciones para llegar hasta el organismo internacional de DDHH.