El vicepresidente de la Asociación de Productores de Soja (APS), Karsten Friedrichsen, mencionó que un grupo reducido de productores compró la reserva de combustible, pero no para todo el periodo de recolección. “El precio del combustible siempre impacta bastante fuerte en la agricultura, así como en toda la economía”, refirió sobre el nuevo precio del combustible. En el caso de las maquinarias agrícolas, el 100% usa gasoil común, que a partir de ahora cuesta en promedio G. 4.530 el litro.
Estimó que por cada hectárea se utilizan alrededor de 16 litros de combustible, lo que equivale a G. 72.480, superior a los G. 66.080 que se tenía previsto con la tarifa anterior.
Estos costos no incluyen el traslado de los granos a los silos, trayecto que va de 5 a 20 kilómetros.
Estos trabajos moverán a aproximadamente 50.000 camiones, mientras que son unas 20.000 las máquinas cosechadoras que se movilizarán en simultáneo durante la campaña de recolección masiva.
DÓLAR. Sobre el efecto de la caída del dólar en un rubro que se mueve en moneda norteamericana, Friedrichsen dijo que el sector siempre espera una estabilidad cambiaria, ya que una suba importante repercute luego en el encarecimiento del combustible, como ocurrió ahora.
Reconoció que eventualmente puede significar una ventaja el dólar alto, pero a mediano plazo tiene sus consecuencias.