El concejal Pablo Callizo observó que la manera en que se aprueba esta operación le parece improcedente, atendiendo a que se habla de una zona “bastante grande que se está vendiendo como un todo”. “Y eso, en criterios de urbanismo y planificación, es bastante grave”, dijo durante su intervención en la sesión.
Callizo apuntó a que los lotes a ser subastados carecen de un correcto fraccionamiento. “Yo mencioné justamente en la Comisión (de Planificación y Ordenamiento territorial) que esto tiene que fraccionarse, tienen que colocarse dónde van a estar y cuáles van a ser los anchos de las calles, las veredas, las líneas municipales, hay toda una cuestión que hay que analizarse y no aprobarse como un todo”, explicó.
Recomendó devolver el dictamen a la comisión correspondiente para estudiarlo mejor. “Que venga un arquitecto, un urbanista, venga alguien con experiencia en el tema, que diagrame dónde van a estar colocadas las calles, que se genere esa conexión urbana en el entorno y que no se venda como un todo y que finalmente el privado haga lo que quiera”, manifestó.
La concejala Rosana Rolón solicitó saber dónde se destinarían los fondos de la subasta, a lo cual replicó el concejal Javier Pintos, apuntado lo siguiente: “Nosotros consideramos que parte de la recaudación (...) sea destinada a invertir para la puesta en valor de esa zona” y contribuir con nuevos emprendimientos”.
A su vez, el edil Álvaro Grau criticó nuevamente la exclusión de la Junta como contralor del proceso de subasta.