De ella se desprendieron seis cuentas que, hasta ahora, no se reconocen con ningún valor fiscal, como se puede comprobar en la web de Catastro.
Ingresando el número de expediente 67091 se puede acceder al seguimiento del contrato de “Asignación p/ fraccionamientos”, iniciado el 13 de junio de 2019.
Este proceso pasó por varias instancias hasta el 18 de setiembre de ese año que pasó a la mesa de “observados” hasta ser finalmente “entregado al recurrente” el 26 de ese mes.
Este trámite se actualizó el 17 de diciembre de 2024. Según consta aún en la página web de Catastro, el terreno identificado con dicha cuenta tiene una superficie de 755.811.73 metros cuadrados y su valor fiscal asciende a los G. 45.358.529.352.
Actualización. El 5 de diciembre, el abogado Enrique Wagener presentó un recurso de reconsideración para que la Municipalidad de Asunción suspendiera la subasta “hasta tanto se le asigne una cuenta de corriente catastral a esos desprendimientos”. Se refería a las fracciones A1 y A3, de 2 y 4 hectáreas, que la Municipalidad quiso subastar.
Wagener criticó el hecho de que ambas fracciones se incluyeran dentro de la cuenta que la Comuna había comenzado a tramitar en 2019. En el mismo día en que el abogado presentó dicho recurso, la Comuna inició ante Catastro el trámite de “asignación p/ fraccionamientos”. Así consta en el registro que se puede visualizar ingresando el número 201038 en la web de Catastro.
Última Hora accedió a un documento en el que se expone el mencionado número junto con el sello que individualiza las cuentas asignadas a partir de la cuenta matriz, con terminación 16. Este trámite culminó en tiempo récord. Fue enviado en primer lugar al Departamento de Planeamiento y Organización, y de allí pasó a la mesa de observados, en fecha 11 de diciembre. Al día siguiente, se refiere que la documentación, siempre dentro de la mesa de observados, fue “entregada al recurrente” y que, cuatro días después, fue devuelta a Planeamiento y Organización. El proceso culminó al día siguiente, el 17 de diciembre, cuando se registra que el documento fue a mesa de salida.
Seis cuentas catastrales fueron así individualizadas en tan solo 12 días. Cada una, con terminación de 17 a 22 a partir de la cuenta matriz, identifica a las fracciones A1, A2, A3, A4, R1 y R2. Curiosamente, el nuevo trámite realizado por la Municipalidad no se puede monitorear con el número de la cuenta matriz. Además, ninguna registra el valor fiscal de las tierras. Este es un elemento fundamental para la seguridad de los desarrolladores.
Según Wagener, de este valor “se saca el costo del impuesto inmobiliario. Si un desarrollador enajena esa propiedad, necesito saber que el valor fiscal va a pagar el 1% cada año en concepto de impuesto inmobiliario; te sirve como una estimación de gastos”.
Codeasu pide transparencia en venta de tierras
El Consejo de Desarrollo de Asunción (Codeasu) difundió un comunicado en el que se expide sobre la fallida subasta de las tierras de la Costanera. En caso de que la Comuna persista con sus intenciones de subastar las seis hectáreas, la asociación pide otorgar un plazo de cuatro meses para la presentación de las posibles ofertas por parte de los interesados en comprar las tierras. También indica que el uso de los fondos obtenidos por la venta se use exclusivamente en la inversión de programas y proyectos que respondan al Plan Maestro de la Franja Costera. “Se debe exigir que los oferentes presenten (...) un plan maestro o anteproyecto urbanístico de lo que pretenden ejecutar en las seis hectáreas”, dice el comunicado.
Para inversores el plan de Comuna no tiene sostenibilidad
Gustavo Masi, de la Cámara Paraguaya de Desarrolladores Inmobiliarios, se refirió a la fallida subasta de las seis hectáreas de la Costanera. Contó que dicha asociación recibió una invitación para participar de la subasta, pero que sus miembros no manifiestan interés debido a la improvisación con la que se realizó la operación.
“Todos decimos que está todo improvisado. No hay un plan de gastos o de inversión”, dijo a ÚH.
Comentó que nadie participó ni participará en una subasta por varias razones, como “que la actualización del plan que ellos (el intendente y su gabinete) presentaron es una cosa agarrada de los pelos y no tiene sostenibilidad para que se desarrolle algo ahí”.
Mencionó una invitación remitida al intendente para participar en un intercambio sobre los distintos proyectos de desarrollo. “Se le invitó, vía Codeasu, a hacer tres días de talleres. Íbamos a tratar los proyectos que existían y los que proponían sus consultores; pero el intendente no quiso”, refirió.
Nueva subasta. El abogado Enrique Wagener, quien trabaja con desarrolladores de Argentina, manifestó el interés conjunto por las tierras de la Costanera, indicó que, en caso de convocarse a una nueva subasta, podría tenerse en cuenta el artículo 486 del Código Procesal Civil, que establece la disminución del 25% del valor de la subasta. “En un remate judicial es obligatorio bajar el 25%. En una subasta pública municipal no es obligatorio. Pero ya va a depender de ellos si quieren o no utilizar de manera supletoria”.