El informe destaca a través de entrevistas a diversos economistas sobre las posibles razones del costo más bajo en Paraguay con respecto a otros países de la región. Una de estas es el bajo nivel de remuneración al trabajo y la alta informalidad. Pagar poco en salarios y en seguridad social reduce los costos en frente a otros países donde la protección social está más extendida. En países con altos niveles de pobreza y bajas remuneraciones, la producción de bienes o servicios es lógico que sea menos costoso.
La segunda razón se relaciona con la baja presión tributaria. Una de las entrevistas que acompaña el informe también señala que los bajos impuestos reducen costos. En primer lugar, según la publicación en línea, Paraguay es una economía abierta, centrada en facilitar el comercio internacional, sin protección a las estructuras productivas nacionales. En segundo lugar, esta baja presión tributaria se produce gracias a los reducidos niveles de inversión en salud y educación.
Bajo esta lógica, los bajos costos de vida en Paraguay son una ventaja para quienes viven en el país –nacionales o extranjeros– pero cuentan con ingresos suficientes para financiarse de manera privada la totalidad de los servicios que requiere sostener una vida digna.
Si se considera el nivel de ingreso laboral en Paraguay, es muy claro que, a pesar del costo bajo en comparación a otros países de la región, gran parte de la población paraguaya no logra financiar la canasta de bienes y servicios considerada en el reporte.
Los USD 446 son superiores al ingreso promedio de los trabajadores privados del país, que es de alrededor de G. 3.160.000 al mes e incluso al salario mínimo establecido recientemente en G. 2.798.309. Por ejemplo, el 50% de los trabajadores del sector privado están en microempresas; de esos, el 60% gana menos del salario mínimo.
El uso de los indicadores debe ser responsable y comprendiendo todas sus implicancias. Si bien parecería que es una ventaja el bajo costo de vida, el mismo informe revela que el resultado del indicador está centrado en variables que son ventajosas para los extranjeros, en este caso, que quieran comparar costos de vida.
Sin embargo, parecería que el indicador, aun cuando se considere positivo para cualquier país tener costos de vida bajos, en el caso de Paraguay este costo supera las posibilidades del 70% de la población paraguaya que no cuenta con esos ingresos.
Por otro lado, este indicador revela la situación desde una mirada cortoplacista. A largo plazo es un problema económico invertir poco en salud y educación, ya que se obstaculiza las oportunidades de aumentar el PIB por la vía del aumento de la productividad.
Los motores del crecimiento a nivel global y de Paraguay están ralentizados y las proyecciones de instituciones académicas y organismos internacionales señalan que con la crisis climática la situación empeorará. Por lo tanto la apuesta debe ser el aumento de la productividad y lograr estructuras productivas resilientes, lo cual requiere políticas públicas en los ámbitos sociales y productivos. En este caso, lo barato sale caro.