Este fenómeno se ha intensificado debido a la subida del dólar, que encarece los productos para los visitantes, y por el aumento de robos a turistas, un problema que muchos consideran una amenaza más directa que la misma cotización.
“La cotización del dólar finalmente afecta al comprador, al turista; es una consecuencia de factores internacionales, del valor de exportaciones de Brasil y de la economía global. Pero aquí el problema más visible es otro: La inseguridad. Los pirañitas, como les llamamos, están hostigando a los turistas”, refirió.

Hay quienes argumentan que el problema de la inseguridad es menos perceptible en grandes centros comerciales, donde la influencia es relativamente constante y la seguridad es más estricta. “En esos lugares, el turista puede caminar tranquilo, y eso hace una gran diferencia. Pero en las calles del microcentro, los turistas tienen miedo, y con razón. A veces, un turista se encuentra con más pirañitas que policías, y eso no puede ser”, destaca Ramírez.
El empresario subraya que la volatilidad del dólar también juega un papel importante en la reducción de las ventas. “Esta variación ya viene atada a muchas cosas: La inestabilidad política en regiones como Medio Oriente, el conflicto entre Rusia y Ucrania, y la situación en China. Todo eso termina afectando la economía global, y nosotros no somos ajenos a ese contexto. Cuando el dólar sube, el turista tiene menos dinero para gastar y se retrae, lo que afecta tanto a los grandes comercios como a los pequeños mesiteros en la vía pública”.
Esto ha llevado a una disminución de las inversiones, pérdida de empleos y, por ende, a la contracción del consumo. “Muchos países se ven afectados por la situación bélica, y eso también repercute en nuestro comercio”.
CIFRAS. “Haciendo una comparación entre setiembre y octubre, con el mismo periodo del año pasado, hay una reducción de un 25% en ventas. Esto es grave, porque estamos hablando de un bajón importante en un momento del año que debería ser el mejor. Estuve revisando datos de setiembre y octubre, y la situación es alarmante. Mucho de esto tiene que ver con el estado de ánimo y la percepción de seguridad del turista. Aunque tengamos variación en el dólar, si el ambiente de compras fuera seguro y atractivo, la gente se animaría más a consumir, pero ahora no se siente así”, agregó el empresario.
Ramírez enfatiza la importancia de esta “sensación de seguridad y estabilidad” como elemento importante para el comercio.
“Es la misma psicología en el mercado. Si el turista siente que puede perder sus pertenencias en un robo, guarda su dinero, lo reserva. La percepción de inseguridad se refleja en la actitud del turista de guardarse el dinero antes de arriesgarse”.