Un panel médico de asesores del gobierno de Estados Unidos respaldó el martes el uso de la vacuna contra la Covid-19 de Pfizer en niños de 5 a 11 años, lo que allana el camino para que los más pequeños se vacunen en pocas semanas.
La recomendación es de carácter consultivo, pero se espera que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) autorice el uso de la vacuna para esta franja etaria, por lo que unos 28 millones de niños en EEUU serían elegibles para recibir la vacuna desde mediados de noviembre.
Los expertos independientes concluyeron que los beneficios conocidos superaban los riesgos conocidos.
“Para mí está bastante claro que los beneficios superan el riesgo cuando oigo hablar de niños que están siendo ingresados a Cuidados Intensivos, que tienen efectos de largo plazo después de padecer Covid, y que están muriendo”, dijo Amanda Cohn, de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Por su parte, Paul Offit, pediatra del Hospital Infantil de Filadelfia, dijo que “la cuestión no es saberlo todo, sino saber lo suficiente”, pero añadió que con el tiempo se dispondría de datos de seguridad más completos, alegando que muchos niños de alto riesgo podrían beneficiarse.
Indicó que el riesgo teórico de miocarditis, el efecto secundario más preocupante, sería probablemente muy bajo, dada la dosis reducida de 10 microgramos, en comparación con los 30 microgramos en edades más avanzadas.
No obstante, varios expertos manifestaron que no estarían a favor de un amplio mandato de vacunación en las escuelas y que la inyección debería seguir siendo una decisión personal de las familias.
Más temprano, el científico principal de la FDA, Peter Marks, había dicho que los niños más pequeños estaban “lejos de librarse de los daños del Covid-19".
Agregó que, en este grupo, en EEUU se habían producido 1,9 millones de infecciones y 8.300 hospitalizaciones, de las que aproximadamente un tercio requirieron cuidados intensivos. También ocurrieron alrededor de 100 muertes, lo que convierte al Covid en una de las 10 principales causas de muerte entre los niños, finalizó.
Un estudio de Pfizer compartido por la FDA mostraba que la vacuna tenía una eficacia de 90,7% para prevenir el Covid-19 sintomático y no presentaba problemas de seguridad graves.
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Entre estos riesgos a largo plazo de la Covid se encuentra el síndrome inflamatorio multisistémico en niños (MIS-C), una complicación rara pero muy grave, que ha afectado a más de 5.000 niños de todas las edades y se ha cobrado 46 vidas.
Pfizer evaluó los datos de seguridad entre 3.000 voluntarios, y los efectos secundarios más comunes de la vacuna fueron leves o moderados, como dolor en el lugar de la inyección, fatiga, dolor de cabeza, dolor muscular y escalofríos.
No hubo casos de miocarditis o pericarditis (inflamación alrededor del corazón). La empresa aclaró, sin embargo, que no había suficientes voluntarios para poder detectar efectos secundarios muy inusuales.
Solo se detectaron muy pocos casos de miocarditis en adolescentes después de que se autorizara la vacuna en junio y se administrara a millones de personas de esa franja etaria.
Matthew Oster, investigador de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), hizo una presentación sobre lo que se sabe hasta ahora sobre el efecto secundario entre los grupos que ya pueden vacunarse.
De los 877 casos de miocarditis inducidos por la vacuna en menores de 29 años, 829 fueron hospitalizados, según los datos oficiales. La gran mayoría fueron dados de alta, pero cinco siguen en cuidados intensivos.
Es probable que la tasa de este efecto secundario sea menor en el grupo de edad de cinco a once años que entre los adolescentes varones, porque se cree que está relacionado con la testosterona.
La reunión ocurre cuando Estados Unidos está saliendo de su última ola, generada por la variante delta. En Estados Unidos el 57% de la población está totalmente vacunada.