Siendo Italia uno de los países más golpeados por la crisis económica ocasionada por el aislamiento sanitario ante la pandemia del Covid-19, un grupo de trabajadores sexuales transgénero enfrenta duras carencias como otros sectores de la población.
Este escenario se recrudece teniendo en cuenta que este vulnerable sector está compuesto por varios inmigrantes ilegales que incluso perdieron sus papeles en manos de las mafias que controlan las redes de prostitución, por lo que no pueden recurrir a la ayuda proporcionada por el Gobierno italiano, por ello, acudieron a la Iglesia Católica.
El limosnero del Papa, el cardenal Konrad Krajewski, conocido popularmente como el Robin Hood del Vaticano, fue el encargado de asistir a este grupo luego de que pidieran ayuda al párroco de Torvaianica, en la costa romana.
“Es cierto que los ayudamos. ‘Vengan a mí, todos ustedes, que están fatigados y oprimidos, y los refrescaré', dice Jesús. Es el Evangelio. Estas personas son seres humanos que tenían hambre. Y todos somos hijos de Dios”, dijo Krajewski ante las posibles críticas por asistir a un grupo de personas en necesidad.
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El párroco de Torvaianica, Andrea Conocchia, relató a la agencia italiana Adnkronos que hace unos días se presentaron a su iglesia un grupo de trabajadores transgénero, “casi todos latinoamericanos, a pedir ayuda” y no sabían cómo sobrevivir.
“Entre ellos dividen los gastos, las rentas, se ayudan mutuamente como pueden. Se corrió la voz y ahora hay unas veinte personas que piden ayuda. Principalmente, provienen de América Latina, aman mucho a Bergoglio y tienen fe. Me conmovió la imagen de uno de ellos que comenzó a rezar de rodillas ante la Virgen”, contó el párroco.
Los trabajadores transgénero, dijo el párroco, grabaron un audio en español para agradecer al Sumo Pontífice por su ayuda y en él se escuchaba: “Muchas gracias al papa Francisco (...), que Dios lo bendiga, gracias por todo. Mil bendiciones, que la Virgen te proteja”.
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Por su parte, Krajewski explicó que el párroco de Torvaianica le escribió la historia de estas personas y que, como suele hacer con otras personas vulnerables, no dudó en enviar el dinero para que pudieran ser ayudadas.
“Son personas que hicieron dinero en la oscuridad, por supuesto, tal vez tienen problemas con los documentos y no pueden solicitar subsidios. Otras parroquias informaron de problemas similares, de trabajadoras sexuales que ya no tenían para comer. Entonces, consigo el número de cuenta y doy todo lo necesario a la parroquia”, señaló el padre Krajewski.
El cardenal limosnero agregó que “la caridad del Papa está dirigida a cualquiera que sufra. En Semana Santa llevamos miles de paquetes a prisioneros y entre ellos, por supuesto, también había trabajadores sexuales y personas transgénero. Mi tarea es ayudar a quienes lo necesitan y vaciar la cuenta de caridad del Papa. Si está vacía, está bien. Y cuando se vacía, gracias a Dios, siempre hay benefactores que vuelven a donar”, aseguró.