La doctora Alexandra Cataldo es una paraguaya que vive hace 6 años en Israel donde ya tienen la posibilidad de quitarse la mascarilla al aire libre tras un año de uso obligatorio para contener el Covid-19.
Cataldo comentó a radio Monumental 1080 AM que la disponibilidad inmediata de las vacunas y la inmunización masiva del país fue fundamental para que hoy puedan dejar de usar los tapabocas en las calles o ambientes abiertos.
“Lo que hizo bien Israel fue la vacunación masiva, llegaron millones de vacunas juntas. Hasta ahora, tenemos el 90% de la población adulta vacunada, fueron dos meses y medio de vacunación masiva contra el Covid-19”, indicó la compatriota.
Igualmente, dijo que esto también ayudó a descomprimir los hospitales y resaltó que si una persona se contagia viene con síntomas muy leves.
La médica añadió que el país utilizó sus estadios de básquetbol y de fútbol para la vacunación masiva y aquellos que no podían acudir por cuenta propia fueron vacunados por enfermeros en su domicilio.
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“Condicionaron esos lugares para la vacunación masiva”, resaltó. “El impacto de la vacunación fue enorme. de tener siete pisos de pacientes con coronavirus pasamos a tener dos. La cantidad de infectados es mucho menor. Si los pacientes llegan a tener síntomas es algo muy mínimo”, siguió contando Cataldo, quien trabaja en el Centro Médico Hadassah en Jerusalén.
Recordó que en Israel tuvieron tres cuarentenas muy estrictas para mitigar al Covid y la circulación se limitó a lo esencial. Dijo que solo las farmacias y los supermercados permanecieron abiertos durante ese tiempo.
El pico más grande de casos, infectados e internados que tuvo Israel fue en enero de este año, manifestó y agregó que desde el 25 de mayo ya van a ingresar turistas que estén vacunados.
“La gente vio en la vacuna un modo de liberación de la cuarentena”
Entre otras cosas, la doctora paraguaya relató que en el país hubo mucha propaganda de celebridades, jugadores de fútbol, políticos y actores que se vacunaron y que esto, de cierto modo, animó al resto de la población.
“La gente se cansó mucho del encierro y vieron en la vacuna como un modo de liberación de la cuarentena. La gente se animó más al ver que no había tantos efectos secundarios en las personas adultas ya vacunadas”, afirmó y expuso que el sistema de salud en Israel “funcionó al 100%”.
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Por último, explicó que los efectos secundarios de la vacuna contra el Covid son mínimos en comparación con los síntomas de la enfermedad.
“Todavía no entiendo el pensamiento de no vacunarse, los efectos secundarios son muy mínimos en comparación de lo que te puede ocurrir si uno se contagia con Covid-19", cuestionó.
Israel ya vacunó a más de 5,3 millones de personas con al menos una dosis de la vacuna y a casi 5 millones con ambas, lo que supone más de la mitad de su población, de unos 9 millones de habitantes.
La vacunación, una de las más rápidas del mundo, hizo caer en gran medida los contagios, fallecidos y pacientes en estado grave. En este momento solo hay unos dos centenares de hospitalizados en condición crítica y los enfermos activos son poco más de 2.500.