Ya lo había adelantado el director de Vigilancia de la Salud, Guillermo Sequera: “La meta no es detener la epidemia”. Propiciar los contagios de manera controlada para generar la inmunidad de grupo es la estrategia.
Nuestro país, como el resto del mundo, llevó a cabo en una primera fase la contención, aislando a los primeros casos, buscando a los contactos y manteniendo la cuarentena. Ahora está a las puertas de una segunda etapa con el inicio de la flexibilización de la medida, lo que daría paso al aumento del índice de infectados.
La inmunidad de rebaño, también conocida como inmunidad colectiva o de grupo, sería la ficha de apuesta. Pero, ¿qué tan efectiva puede ser con nuestra estadística?
Este proceso se da cuando una cantidad suficiente de individuos están protegidos frente a una determinada infección y actúan como cortafuegos, impidiendo que el virus alcance a los que no están protegidos y pertenecen al grupo más vulnerable.
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Elena Candia, presidenta de la Sociedad Paraguaya de Infectología, afirmó este viernes a radio Monumental 1080 AM que la inmunidad de rebaño para el Covid-19 no tendría gran efecto en nuestro país, a no ser que sea mediante una vacuna.
Ello, atendiendo que el número actual de infectados, pese a no ser el real, aún es bajo para generar el impacto requerido en este tipo de técnicas.
Según explicó, para que dicho procedimiento sea realmente efectivo, una gran cantidad de personas deben haberse infectado, recuperado y haber generado protección para futuras reinfecciones.
Específicamente para el Covid-19, puntualizó que se requiere al menos de un 70% de población que haya pasado por ese proceso.
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Pero el desafío más grande no se centra en los números o las estadísticas, sino en los exámenes que comprueban la generación de la inmunidad.
“Necesitamos hacer otro tipo de análisis de serología que son de los igG e igM, que son los anticuerpos que se generan posterior a un proceso de infección. Eso aún no está disponible”, precisó.
En nuestro país, para determinar que un paciente se ha recuperado del Covid-19 y poder recibir su alta, debe arrojar dos resultados negativos en las pruebas de RT PCR, el mismo examen que confirma el diagnóstico inicial.
Atendiendo la curva de propagación, Candia refirió que se muestra cómo la actuación a tiempo y en forma influyó en que nuestra curva tenga una tendencia a ser plana.
Creyó preciso que el Ministerio de Salud Pública siga enfocándose en la protección de los grupos de riesgo y el continuo control de las medidas de seguridad.