Hoy, la construcción que tiene una superficie de 17.427 metros cuadrados, se erige como un gran elefante blanco. El Cream funcionó durante casi tres años y tuvo una inversión total de G. 64.660.465.400.
Del monto señalado, G. 47.190.000.000 corresponde a la inversión de la reparación edilicia, que se inauguró en el 2016. También, se gastó G. 6.684.715.400 para la compra de los equipos, máquinas y mobiliarios. Además, se licitó el servicio tercerizado de alimentos por valor de G. 10.785.750.000, por un periodo de 12 meses.
Esta imponente construcción que otrora fue el emblemático Hotel Casino San Bernardino en los años 90, pese a que se remodeló y se reinauguró en el 2016, pareciera que está destinada a sufrir las mismas consecuencias que el anterior proyecto: Permanecer clausurado. El ex hotel –propiedad del IPS– funcionó desde 1982 a 1994 y luego estuvo abandonado por años y expuesto al rapiñaje.
La institución está cerrada actualmente para el albergue de adultos mayores, y solo un funcionario y un oficial de la Policía Nacional atienden en la portería. El jueves de la semana pasada, en el patio de la entrada se podían observar cinco vehículos.
La directora del Cream, la abogada Josefina Muzzachi, no recibió al equipo de ÚH. El oficial informó que se debía solicitar los permisos previos al Departamento de Medicina Preventiva, ubicado en Asunción. Tampoco, la directora de esta dependencia, la doctora Teresa León, respondió los mensajes de ÚH. La directora Muzzachi del Cream tiene un salario mensual de G. 11.496.852 y un horario laboral de lunes a viernes de 08:00 a 15:00.
ANTECEDENTES. El 20 de diciembre del 2016 se inauguró la remodelación del edificio. Pero, el Cream recién abrió oficialmente sus puertas el 29 de abril del 2017 para recibir a los primeros 30 beneficiarios. El Cream tiene 93 camas y cuenta con una capacidad para albergar a 175 personas. El cierre temporal, se dio desde el 18 de marzo del 2020, al inicio de la pandemia en el país. En aquel entonces, 90 jubilados y pensionados tuvieron que ser retirados por sus familias. En pandemia, la institución funcionó como uno de los tantos albergues transitorios para recibir a viajeros que retornaron al país. Allí hacían una cuarentena de 14 días. Luego, permaneció cerrado en este tiempo.
Después, con la gestión del doctor Vicente Bataglia en marzo del 2021, el IPS intentó ceder el edificio por 6 meses al Grupo San Roque para que lo use como un hospital Covid-19 con 200 camas, pero la negociación no prosperó, debido a las denuncias de supuesta cesión irregular.
Luego, en mayo de este año, se usó el edificio para un Congreso de Enfermería. Pero, la mayor parte del tiempo permanece con las puertas cerradas, pese al reiterado pedido de los adultos para la reapertura, cuyo proyecto estaba previsto este año.
SEGURO sin previsión
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EDIFICIO CERRADO. Hace dos años, el centro ya no alberga a adultos mayores, tras el cierre temporal que se hizo en el 2020, a causa de la pandemia.