El novedoso artefacto está siendo realizado tras los muros del penal de Pedro Juan Caballero por parte de los internos que viven allí.
Además del tambor, la camilla está compuesta por colchón de espuma, carpa transparente y base de metal; el tiempo de fabricación es de 48 horas.
La primera producción quedará dentro de la Penitenciaría Regional de Pedro Juan Caballero; sin embargo, los fabricantes analizan la posibilidad de crear más para distribuirlos en los hospitales del Departamento de Amambay.
“Vimos imágenes de traslados por coronavirus en países europeos y decidimos armar una cápsula con materiales reciclados que podrán ayudar en gran medida a los hospitales”, explicó el doctor Carlos López, de la Sanidad penitenciaria.
A través de un comunicado difundido por la cartera del Estado, también destacaron que desde la aparición del coronavirus en el país, las personas privadas de libertad aportan en la lucha contra la pandemia.
Internos también elaboran tapabocas, mamelucos, batas y desinfectantes que son donadas a los hospitales. Se confeccionan en distintos centros penitenciarios como el Buen Pastor, centro penitenciario La Esperanza y otros.