“Tras la gran demanda de pedidos nos encontramos con la necesidad de contar con más personas para las entregas de los productos. Fue así que publicamos un aviso buscando una persona para hacer delivery y así dimos con Pedro. Él fue el primero y, a través de él, llegó Luis, quien necesitaba trabajar porque la hamburguesería donde se desempeñaba como planchero se cerró”, comentó Colina.
Ante las ganas de hacer algo por ayudar a Luis, Colina y su socia armaron una pequeña campaña para que él consiguiera un trabajo. “A raíz de esto, la gente empezó a contactarnos para los servicios de entrega”, dice y fue así que crearon esta aplicación, cuya mano de obra está integrada por personas que perdieron sus trabajos a raíz de la crisis.