La investigación ha sido efectuada por expertos de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong (China) y la Universidad de Berkeley (EEUU), que confían en que sirva para desarrollar nuevas aplicaciones en el campo de la robótica y de las prótesis visuales.
El diseño de este ojo biomimético presenta un alto grado de similitudes estructurales con el ojo humano y es capaz de lograr imágenes de alta resolución cuando se instalan nanocables individuales eléctricos, destacan los autores en el estudio.
El ojo humano, recuerdan, posee características de captación de imágenes excepcionales, como un “campo de visión extremadamente amplio, alta resolución y gran sensibilidad a la luz”, gracias a que la retina tiene “forma esférica” y un elevado número “de células fotorreceptoras” (en torno a diez millones por centímetro cuadrado).
No obstante, advierten, la propia morfología y composición de la retina presentan “desafíos enormes para la fabricación de dispositivos biomiméticos” o “análogos artificiales”.
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Para superar estas trabas, los científicos, liderados por el experto Zhiyong Fan, de la Universidad de Ciencia y Tecnología Hong Kong, idearon un nuevo diseño.
Se trata de un “ojo electroquímico” con una “retina hemisférica” que contiene “un grupo de nanocables de alta intensidad” construidos con el mineral perovskita, los cuales son capaces de imitar el funcionamiento de los fotorreceptores de la retina humana.
Demostraron que este dispositivo puede “ver” reconstruyendo imágenes (las letras “E”, “I” e “Y”) ya vistas por el ojo artificial.
En esta prueba de concepto, precisan los autores, las imágenes tomadas por el nuevo ojo biomimético tienen una baja resolución debido a que el grupo de nanocables solo consta de 100 píxeles (cada píxel tiene tres nanocables).
Sin embargo, aseguran que este diseño tiene el potencial para ofrecer una resolución aún mejor que la que logran los ojos humanos, ya que es posible aumentar la densidad de los nanocables, llegando a multiplicar por diez la que tienen los ojos humanos.