La actitud se podría decir es hasta criminal considerando los problemas graves que puede acarrear la toxicidad del humo. Es una “incultura” que debería cambiar por los efectos que acarrea.
Para conocer las consecuencias, Salud refiere que el ambiente contaminado con partículas, producto de quema de basuras o de cigarrillos, puede provocar afecciones respiratorias, desde reacciones alérgicas hasta cuadros más severos como la obstrucción pulmonar y el cáncer de pulmón.
La Ley 3956/09 que regula la “Gestión Integral de los Residuos Sólidos en la República del Paraguay”, en su artículo 33 menciona que se prohíbe la quema o incineración y la disposición de residuos sólidos a cielo abierto, en cursos de agua, lagos o lagunas o en lugares de disposición final que no sean rellenos sanitarios y se prohíbe también la participación de menores en cualquiera de los procesos.
Quemar basura es delito, nos recuerda el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenido (Mades). Se contemplan multas de 100 a 1.000 jornales mínimos. Son agravantes quemas en áreas protegidas o sus áreas de influencia: penas pueden ir hasta 2 años de cárcel o multa.
Un dato alarmante es que de 263 municipios solo unos 60 cuentan con la licencia ambiental, pero sin cumplir con la exigencia para minimizar la contaminación, como tampoco con la infraestructura para una segregación segura para los recicladores.
La normativa determina que los Municipios son los responsables de prevenir, combatir y controlar las quemas domiciliarias. En caso de urgencia por incendios o contaminación hay que recurrir a la comisaría, a la Fiscalía o al Mades.
La adecuada gestión de la basura debe ser uno de los mayores desafíos para las Comunas, considerando las deficiencias. Tienen que mejorar específicamente la recolección, su disposición e infraestructura. Debe incorporar efectivamente la participación de la comunidad en el proceso de definición, ejecución, control y evaluación de la prestación del servicio, como lo establece la ley.
Los municipios tienen que promover y ejecutar programas educativos y de concienciación de la comunidad en el manejo integral de los residuos sólidos. Crear conciencia en la ciudadanía es una de las tareas más difíciles, pero se debe intentar insistiendo en reuniones barriales con comisiones vecinales y campañas con la participación de los medios de comunicación locales. Este tipo de tareas puede influir positivamente para reducir la incineración de la basura en sus casas o en la calle. Generar conciencia se puede conseguir con paciencia, con una gestión sistemática, continuada y un compromiso pleno que deben asumir las autoridades y la comunidad afectada a la campaña. Ambas partes saben que una correcta disposición de los residuos es el camino a seguir para evitar todas las consecuencias a la salud y el ambiente.