17 nov. 2024

Crear conciencia para reducir la quema de basura en los hogares

Los municipios deben impulsar campañas efectivas de educación entre los ciudadanos para generar conciencia de como disponer correctamente las basuras y no quemar más en los hogares. Crear conciencia en la gente es de los más difícil, pero hay que intentar. Reuniones de las autoridades en los barrios con los ciudadanos y de programas de difusión por los medios de comunicación en las ciudades puede incidir positivamente. A la par, las comunas también deben mejorar el sistema de recolección, disposición y la infraestructura.

La Encuesta Permanente de Hogares Continua 2023 del Instituto Nacional de Estadística (INE) reveló que en nuestro país de un total de 1.666.285 familias, 549.874 declararon que optan por quemar la basura generada en sus domicilios, lo que representa el 33% de hogares encuestados. En el área rural, donde los servicios de recolección son aún más escasos, se concentra el 67% de la población que recurre a esta práctica. A la recolección pública solo recurre el 54% de los hogares y un 5% al sistema privado, según la encuesta. En el resto de las casas, además de la quema de residuos, en otros casos se recurre a tirar en un hoyo, en un baldío, en una zanja o en la calle. Estos números indican con claridad la inconsciencia de los ciudadanos en la incineración de los residuos teniendo en cuenta las consecuencias que puede acarrear a la salud de las personas.

La actitud se podría decir es hasta criminal considerando los problemas graves que puede acarrear la toxicidad del humo. Es una “incultura” que debería cambiar por los efectos que acarrea.

Para conocer las consecuencias, Salud refiere que el ambiente contaminado con partículas, producto de quema de basuras o de cigarrillos, puede provocar afecciones respiratorias, desde reacciones alérgicas hasta cuadros más severos como la obstrucción pulmonar y el cáncer de pulmón.

La Ley 3956/09 que regula la “Gestión Integral de los Residuos Sólidos en la República del Paraguay”, en su artículo 33 menciona que se prohíbe la quema o incineración y la disposición de residuos sólidos a cielo abierto, en cursos de agua, lagos o lagunas o en lugares de disposición final que no sean rellenos sanitarios y se prohíbe también la participación de menores en cualquiera de los procesos.

Quemar basura es delito, nos recuerda el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenido (Mades). Se contemplan multas de 100 a 1.000 jornales mínimos. Son agravantes quemas en áreas protegidas o sus áreas de influencia: penas pueden ir hasta 2 años de cárcel o multa.

Un dato alarmante es que de 263 municipios solo unos 60 cuentan con la licencia ambiental, pero sin cumplir con la exigencia para minimizar la contaminación, como tampoco con la infraestructura para una segregación segura para los recicladores.

La normativa determina que los Municipios son los responsables de prevenir, combatir y controlar las quemas domiciliarias. En caso de urgencia por incendios o contaminación hay que recurrir a la comisaría, a la Fiscalía o al Mades.

La adecuada gestión de la basura debe ser uno de los mayores desafíos para las Comunas, considerando las deficiencias. Tienen que mejorar específicamente la recolección, su disposición e infraestructura. Debe incorporar efectivamente la participación de la comunidad en el proceso de definición, ejecución, control y evaluación de la prestación del servicio, como lo establece la ley.

Los municipios tienen que promover y ejecutar programas educativos y de concienciación de la comunidad en el manejo integral de los residuos sólidos. Crear conciencia en la ciudadanía es una de las tareas más difíciles, pero se debe intentar insistiendo en reuniones barriales con comisiones vecinales y campañas con la participación de los medios de comunicación locales. Este tipo de tareas puede influir positivamente para reducir la incineración de la basura en sus casas o en la calle. Generar conciencia se puede conseguir con paciencia, con una gestión sistemática, continuada y un compromiso pleno que deben asumir las autoridades y la comunidad afectada a la campaña. Ambas partes saben que una correcta disposición de los residuos es el camino a seguir para evitar todas las consecuencias a la salud y el ambiente.

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