02 may. 2025

Creatividad

Benjamín Fernández Bogado

Debe haber pocos pueblos tan ingeniosos como el italiano. En este país conviven todo lo bueno y lo malo de nuestra civilización. Su historia de referencias imperiales, aportes al derecho van de la mano con la mafia, el desorden y el caos político. Conviven perfectamente una economía potente de pequeñas y medianas empresas con una inestabilidad política reiterada al punto que se habla que en Paraguay vamos a la “italianización de la política” o sea sobrevivir a pesar de ella.

Ahora que estamos en recesión no es una mala idea mirar la experiencia de este país y desde ahí proyectar cambios en nuestra mentalidad. Acabar con aquello que el Estado nos resolverá la vida y comenzar a pergeñar ideas creativas que nos saquen de la situación en la que estamos.

Por ejemplo, creer que este Estado nos resolverá la salud, la educación o los servicios en general es absolutamente una utopía.

Así como están las cosas sus retobados mandatarios solo buscan proteger sus beneficios en contra de nosotros, sus mandantes. Ya gastan 76% de nuestros impuestos en salarios y privilegios y van por más. Incrementan por supuesto los tributos en directa proporción que suben la mala calidad y dispendio de sus servicios.

Cabrá organizar un boicot activo y como sugiere Guy Sorman, el economista francés, dejar de pagar tributos para matarlos de inanición. Claro, esto requerirá un nivel de conciencia y de reacción todavía extraño a nuestra conducta pero no debería descartarse.

Lo otro es buscar organizarnos de manera diferente cambiando radicalmente nuestras expectativas, entendiendo con claridad el rol de cada uno de los actores sociales. El sector campesino o productor de la economía agrícola terminar con sus lamentos y ver de qué manera lo que produce aumente de calidad y se oriente a buscar mercados propios. Hay uno inmenso aquí en Europa de productos orgánicos. He comprobado la existencia de cedrón Paraguay servido en restaurantes romanos y la oferta si se ratifica el acuerdo UE y Mercosur será todavía mucho mayor.

Esperar que el Estado nos abra el mercado es absolutamente imposible. Vi varios empresarios locales marchando a la mayor feria de alimentos que tiene que lugar en Alemania desde hoy y me parece correcto. Hay que salir y buscar los mercados, un embajador no está para vender carne, maderas o soja, la creatividad y el esfuerzo local tiene que ser mayor. Debemos ser más audaces los paraguayos y no pretender que un burócrata ayude al empresario cuando en realidad ambos están en las antípodas de la producción.

La creatividad no es solo para los pequeños debe ser también para los grandes. Cómo es posible que nadie se dio cuenta del negocio de la aeronavegación directa con Madrid. Air Europa vuela lleno y va por una frecuencia diaria. Un país que no tenga un sector rico y potente que no tenga una empresa de aeronavegación propia no es digna de semejante riqueza. El actual presidente de Chile fue uno de los principales accionistas de Lan que terminó absorbiendo Tam a la muerte de Rolin. Necesitamos mas creatividad y audacia y menos lamentos de la inutilidad del Estado. Tal vez cuando eso ocurra el gobierno se nos parecerá en nuestras virtudes y no en nuestros defectos. Los italianos lo saben y una empresa con gran capital público (Fiat) compró no hace mucho Chrysler una de las tres grandes fabricantes de autos de los EEUU. Aquí son un desastre político pero están en la vanguardia de la creatividad de casi todos los rubros económicos a nivel mundial. Más creatividad y menos lamentos en tiempos de recesión esa es la salida.