El crecimiento espontáneo y las políticas públicas son un sistema de vasos comunicantes: El uno influye en los otros y viceversa. Ambos tipos de evolución han sentado las bases de economía y sociedad en el trascurso de los siglos, no solamente en nuestro país. Crecimiento espontáneo parece un concepto anodino, pero no lo es. Incluye no solo el crecimiento que tiene lugar en forma natural, independientemente de las autoridades de turno a través de las instancias oficiales. Se articula también en la clandestinidad y en la informalidad pero así mismo en los delitos económicos y en las actividades criminales, en su sentido más amplio. El crecimiento espontáneo, así definido, también suele incrementar el producto interno bruto (PIB), cuando parte de él es captado por los registros públicos. Un ejemplo: ¡La deforestación salvaje, registrada en oficinas oficiales, aumenta el PIB! Ergo, parte del crecimiento del PIB es de origen clandestino e ilegal y hasta criminal.
CRECIMIENTO ESPONTÁNEO. Evoluciona junto con capitalismo salvaje y mercantilismo, cuyos vestigios aparecen ya en los primeros registros de la historia de la economía. Es muy anterior a la economía de mercado, así como se la conoce desde la Revolución Industrial hasta la Revolución Bolchevique. El crecimiento espontáneo se extiende hasta, exclusive, la planificación central, cuya expresión máxima fueron las economías centrales de tipo nacionalsocialista, fascista y comunista. Posterior al capitalismo salvaje y al mercantilismo es el capitalismo de mercado y el capitalismo de Estado, que ya requieren un funcionamiento mínimo de instituciones públicas reguladoras. Se los observa en los países industriales de economía de mercado, como EEUU, UE, Japón y otros. Se originan mucho antes que la planificación central, pero después dichos sistemas se volvieron contemporáneos en países diferentes.
NO SIEMPRE ES DESEABLE NI PERMISIBLE. El aumento en la producción y comercialización de bienes y servicios en la clandestinidad puede ir formalizándose de a poco, por impulso propio y por controles oficiales. Pero la ilegalidad no es deseable éticamente hablando y tampoco debe ser tolerada por las políticas públicas, entendiendo por éstas aquellas concebidas e implementadas desde las diversas instancias de los Poderes del Estado y entidades conexas, legalmente constituidas y funcionando de acuerdo con la Constitución Nacional y demás normas vigentes.
CLANDESTINIDAD vs. ILEGALIDAD. Las actividades clandestinas suelen provenir de modos de producción o estilos de vida, también previos al mercantilismo y capitalismo de mercado o de Estado. A veces la clandestinidad responde también a desidia o a la no percepción de la necesidad de registrarse en el sector público o a expresa evasión tributaria, de parte de la ciudadanía al margen de la modernidad, así como a la falta de controles de parte de las instancias estatales. Clandestinidad no es igual a ilegalidad en todos los casos: Es también economía de subsistencia en áreas rurales e informalidad en las urbanas.
DELITOS ECONÓMICOS. La ilegalidad depredadora está compuesta por masivos delitos económicos así como por graves actos de criminalidad, también en sus formas más cruentas. Ejemplos de delitos económicos son, entre otros, el múltiple y omnipresente lavado de dinero, la piratería, la falsificación, el megacontrabando, incluyendo el comercio ilegal de mercaderías de comercialización prohibida (estupefacientes, rollos de madera, etc.) y el de comercialización permitida (bienes de consumo, bienes intermedios y bienes de capital comunes, entre otros) así como los precios de transferencia entre empresas transnacionales, etc. La transnacionalidad de los delitos se ha vuelto frecuente.
CRIMEN ORGANIZADO. Alevosa criminalidad son la exclusión o marginación de etnias indígenas y de pobres extremos, por acción u omisión de políticas públicas y privadas así como secuestros, torturas y ejecución por encargo (sicarios). Casos recurrentes son los secuestros y asesinatos del EPP y del narcoterrorismo. Se tipifican dentro de criminalidad también los crímenes de lesa humanidad (exterminio, esclavitud y o persecución por motivos religiosos, raciales o políticos) así como los giros a organizaciones terroristas.
