–¿Qué representa para ustedes celebrar 65 años. Fue Biedermann Publicidad una de las primeras publicitarias del país?
–Fue una de las primeras. Creo que existía otra publicitaria en aquel momento que se llamaba R Publicidad, que era de don César Riquelme, pero que surgieron casi en simultáneo, como siempre me contaba mi abuelo. Él fue un inmigrante alemán que llegó a Paraguay de muy chico y que a los 16 o 17 años empezó a trabajar como ordenanza en Radio Stentor. En aquel momento era un medio muy escuchado pero con una programación muy lineal, o sea un locutor que conducía un programa, presentaba alguna música y pasaban publicidad con textos leídos por el mismo locutor. En una ocasión, faltó el locutor y le pidieron a mi abuelo que lo suplantara y le gustó mucho a la gente porque a él se le ocurrió cambiar los textos de los avisos, hacerlos más creativos para llamar más la atención de la audiencia. Fue así que él fue desarrollando esa habilidad y los anunciantes pedían que “Enrique mejore mis textos”, agregando algún chiste o frase simpática. Luego mi abuelo se casó, empezó a tener hijos, y tuvo la necesidad de emprender otro tipo de cosas y surgió la idea de abrir una agencia de publicidad.
–¿Creen que Biedermann tuvo un aporte importante en la forma de hacer publicidad en el país?
–En primer término, creo que no hay o existen muy pocas publicitarias en la región y hasta en el mundo que hayan persistido tanto tiempo. Esto demuestra de que, evidentemente, algo hicimos bien. Además, creo que éste es un legado que le dejó mi abuelo a sus hijos y sus hijos supieron transmitirnos a nosotros, con valores como la responsabilidad, la honestidad y el trabajo. Todos en la familia somos muy trabajadores y tratamos de ser lo más honestos posibles en lo que el negocio representa.
–¿El hecho de la que empresa haya permanecido en poder de la familia ayudó a su éxito?
–Seguro que sí, porque es una empresa que logró hacer sucesiones familiares exitosas sin ningún tipo de conflictos. Hoy, la tercera generación es la que está al frente del negocio, y la cuarta generación, si le interesa, también entrará al negocio próximamente. Es una empresa que siempre, y por sobre todo, fue muy innovadora en el manejo del negocio publicitario, un negocio que cambia de manera muy acelerada y que exige mucha adaptación para que sigamos vendiendo creatividad e ideas. El día en que vengamos aquí y no inventemos nada, estaremos fritos. Por esto, todo el tiempo estamos innovando, haciendo cambios, no solo en la manera de pensar la comunicación de las marcas sino en la forma de trabajar también.
–¿Cómo ayudó a la publicitaria, sobre todo en estos últimos 25 años, el avance tecnológico?
–La revolución tecnológica de estos últimos 20 a 25 años hizo que el mundo de la comunicación se igualara. Hoy, nosotros podemos competir con cualquier país del mundo porque la tecnología lo permite. Gracias a la tecnología y al acceso a la información podemos hacer un anuncio aquí y que se publique en Brasil, México o París. Y lo más lindo que ocurrió con esta revolución tecnológica fue que cayeron los costos, por lo que hoy podemos hacer un anuncio en Paraguay con la misma calidad que en otras partes del mundo.
–¿Cómo hacen para situarse a la vanguardia y medir de que realmente tienen la misma calidad que la publicidad de otras partes del mundo?
–La participación en festivales internacionales nos sirve en gran medida para mostrar nuestro trabajo en el exterior y poder decir: “Ok, estamos siendo competitivos o no estamos”, o de afirmar: “Logré entrar a un festival como el de Cannes, e ingresar en la shortlist de los tres mejores, estar entre los finalistas o ganar un León de Oro”... Definitivamente, es una forma muy interesante de mostrar nuestro trabajo, pero no es la única. Otra forma sería mostrar los casos exitosos de venta de piezas publicitarias al exterior, que también nos ayuda a medir nuestra calidad.
–¿Cómo están capeando la desaceleración económica de estos momentos?
–El negocio publicitario es el primero en resentir una desaceleración económica, porque es el primer gasto que las empresas aprietan. Pero también el cliente se da cuenta rápidamente de que si no comunica, no vende, entonces el rubro tiene una capacidad de recuperarse con más velocidad. El proceso de baja puede ser muy acelerado, pero el proceso de suba es probablemente el más acelerado de todos. Obviamente, como empresa seria, tratamos de tomar todas las previsiones necesarias para no sufrir demasiado los embates de una crisis económica. La clave es seguir trabajando en cosas nuevas, porque cada crisis también genera una oportunidad de abrir un poco más la cabeza y empezar a mirar otro tipo de alternativas.
–¿Cómo les toma este aniversario a Biedermann, en qué posición se encuentra ahora dentro del mercado publicitario?
–Nos toma en un muy buen momento. O sea, creo que hay en Paraguay varias agencias que están haciendo muy bien los deberes, que tienen una muy buena infraestructura y que están tratando de salir a vender sus ideas. Lastimosamente, el mercado paraguayo es pequeño, entonces necesariamente tenemos que salir, tenemos que mostrarnos más y estamos en ese proceso. Biedermann está en un buen momento desde el punto de vista creativo y, desde el punto de vista estratégico, está trabajando muy bien y sí, obviamente, estamos un poco desacelerados ahora pero creemos que el 2020 será un año de recuperación. Hay síntomas de que así será.
–¿Y en qué aspectos se están enfocando ahora para seguir avanzando?
–Estamos invirtiendo mucho en capacitaciones. El Paraguay tiene un déficit en lo que al negocio de la comunicación del marketing se refiere, un déficit importante de profesionales. Ahora la situación está mejorando, porque está llegando gente mucho más preparada, pero también es responsabilidad nuestra, de los actores del negocio, el de seguir capacitando a esa gente.
–¿Cómo influye la falta de gente preparada en un negocio como este?
–Imaginate, en un negocio que vende cerebros, conseguir gente que no está realmente bien capacitada, nos genera un gran problema. Y ahora por suerte, con la tecnología también tenemos un acceso más inmediato a las capacitaciones internacionales. Al mirar comerciales o campañas del exterior, uno enseguida se da cuenta del nivel y en qué aspectos debemos capacitarnos más y también nos ayuda a aprovechar nuestras fortalezas.
–¿Hace cuánto tiempo que está a cargo de la publicitaria?
–Estoy a cargo desde hace unos 15 años más o menos, hace bastante tiempo ya. Acabo de cumplir 44 años.
–¿Cuáles serían las virtudes que hicieron que la publicitaria se mantuviera durante 65 años en el mercado?
–Mi abuelo tenía una frase que le encantaba repetir y que era: ”Trabajar, trabajar, trabajar...”. Creo que ese trabajo incansable fue lo que nos ayudó a cumplir hoy 65 años. Ahora, seguimos mirando para adelante y no conocemos otra forma de alcanzar el éxito más que trabajando.
Este es un negocio en el que si no innovamos, morimos; debemos generar ideas nuevas y creativas todo el tiempo.
El día en que vengamos aquí y no inventemos nada, estaremos “fritos”. Todo el tiempo estamos innovando.