“Los vecinos antiguos tratamos de no involucrarnos en lo que está sucediendo y no es que no nos importa, sino es más por la seguridad de nuestra familia”, dice una pobladora que pide anonimato. Detalla que, si alguien se mete para hacer algo en contra de ellos, se toman con uno, llegando a las represalias.
Incluso, cuando la comisión vecinal funcionaba, habían colocado cámaras de seguridad, pero las imágenes son solamente proveídas o a la Policía Nacional o al Ministerio Público, teniendo en cuenta lo vidrioso del tema.
“Hasta hace una semana atrás estábamos bien en nuestra calle Mompox, pero el martes ya hubo tiroteo en nuestra zona y el miércoles, cerca de las 16, cinco personas iban caminando por la calle como si nada, con pistolas en la mano”, relata la fuente.
También apunta que, aunque el problema más fuerte se siente sobre la calle Florencio Villamayor, entre los del sector arroyense, los de Pelopincho y de Oriental, también les afecta, ya que deben llegar por necesidad a las despensas que están en esas zonas.
“Tengo miedo para ir, porque a cualquier hora aparecen y se pelean a tiros y eso hace re insegura a la Chacarita”, dice.
La pobladora menciona que todos los vecinos que trabajan honestamente para sobrevivir desean que el barrio sea más seguro, pero analiza que la propia comisaría que está a pasos no puede contra esta gente. “¿Qué podemos hacer los comunes?”, se pregunta.
“Para nosotros esta gente de mala vida, viene a refugiarse acá, no les conocemos y, encima, hace que los antiguos pobladores vivamos encerrados”, puntualiza.
Por su parte, el agente Derlis Cardozo, de la Comisaría 5ª Metropolitana, menciona que los enfrentamientos con disparos ocurren prácticamente todas las noches y al acudir al lugar se encuentran con varios inconvenientes; uno es que los implicados se ocultan en los pasillos y esconden sus armas, y otro es que en su mayoría son menores de 14 a 17 años.
La agente Gloria Gómez recuerda el inconveniente por el que se registran los enfrentamientos, que empezó durante un encuentro de fútbol entre adolescentes de dos sectores de la Chacarita. “Por un lado, los arroyenses y por el otro los de Pelopincho, donde en una canchita hubo un partido pocos años atrás. Desde ahí empezó la rivalidad entre ambos sectores”, refiere.
Zunilda De la Cruz Ávila López (46), falleció ayer de madrugada tras recibir un disparo de arma de fuego en medio de una balacera que ocurrió en la tarde del miércoles, en el barrio Ricardo Brugada, de Asunción. Malena Giménez, vecina de la fallecida, manifestó que la víctima estaba en la vía pública, camino a su domicilio, cuando un proyectil dio en su cabeza. La misma realizaba la tarea de reciclar objetos en la zona. Tras el hecho, los vecinos auxiliaron a la mujer y la trasladaron hasta el Hospital de Trauma de Asunción, en donde penosamente se constató su deceso. El comisario Alberto Morínigo, jefe de la Comisaría 5ª Metropolitana, mencionó para nuestro medio que el supuesto autor del disparo se encuentra plenamente identificado y ya lo están buscando, aseguró.