En la actualidad, se tiene un importante número de paraguayos que se convirtieron en capos del narcotráfico de “primera línea”, la mayoría de ellos vinculados al poder político, según confirmó el criminólogo Juan Martens, en una entrevista con radio Monumental 1080.
Martens, de esta manera, contradijo al ministro de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), que había afirmado a la misma emisora radial que no se tienen indicios de vinculación de políticos con el tráfico de drogas.
🔴 "Seguro se hace del ñembotavy" responde criminólogo a ministro de la Senad quien descartó tener conocimiento de vínculos actuales de políticos con el narcotráfico
— Monumental AM 1080 (@AM_1080) May 6, 2024
🔸 Juan Martens, experto en Criminología, manifestó que existen políticos vinculados al narcotráfico y que Jalil… pic.twitter.com/BbGlMkWWlP
El experto reveló que hay informaciones sobre narcotraficantes que ostentan cargos de intendentes en varias ciudades del interior, otros en concejalía, y se tienen casos de presidentes de seccionales.
“A estas personas militares y policías les avisan quiénes entran en su territorio”, expresó.
Nota relacionada: Jalil Rachid descarta vínculos de políticos con el narcotráfico
El criminólogo pidió al ministro Jalil Rachid que se pida informes a sus pares de Brasil para tener otro panorama de la situación. “Tendría que leer un poquitito el ministro algunos reportes, le puede pedir a sus pares de Brasil y va a tener el detalle absoluto. Puede que no lo quiera admitir, o se hace del ñembotavy, que es una ley paraguaya que funciona muy bien cuando alguien se quiere desentender de un asunto”, ironizó.
Uno de los narcotraficantes que logró liderar organizaciones –en la opinión de Martens– fue Clemencio Gringo González, que fue asesinado el domingo por parte de sicarios en Pedro Juan Caballero.
También puede leer: “La narcopolítica está destruyendo la democracia”, señala presidenciable ecuatoriano
Según indicó, Gringo pudo construir una larga carrera en el mundo del narcotráfico por sus contactos con referentes policiales y políticos.
“Era una persona que se movía tranquilamente porque contaba con la aquiescencia estatal, policial, fiscal y política, pese a que se dedicaba al narcotráfico hacía 25 a 30 años. Y lo hacía públicamente”, señaló.
El hombre fue acribillado por sicarios que utilizaron pistolas 9 milímetros y un fusil automático, recibiendo alrededor de 40 disparos en distintas partes del cuerpo, según indicaron los investigadores.
Su muerte se habría decretado en un “juicio criminal” realizado por el Primer Comando de la Capital (PCC) por una deuda que no fue honrada por el narco paraguayo con la organización transnacional. Por ese motivo, el hombre se encontraba refugiado en un inquilinato donde fue a esperar la muerte.