23 ene. 2025

Crisis en México tras fallida captura del hijo del Chapo

Violencia. El cártel de Sinaloa evitó la captura de Ovidio Guzmán, hijo del Chapo.

Violencia. El cártel de Sinaloa evitó la captura de Ovidio Guzmán, hijo del Chapo.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, enfrenta una de las peores crisis de su Gobierno tras una refriega entre fuerzas federales y delincuentes en la ciudad de Culiacán que dejó como saldo al menos 8 muertos, 16 heridos y 49 reos fugados.

Con un discurso en el que apeló a la paz, López Obrador y su Gabinete de Seguridad, en dos ruedas de prensa distintas, aceptaron errores en un fallido operativo para capturar a Ovidio Guzmán, hijo del narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán.

Una tragedia que puso al Ejecutivo contra las cuerdas. “No puede valer más la captura de un delincuente que las vidas de las personas. Ellos (el Gabinete de Seguridad) tomaron esta decisión (liberarlo) y yo la respaldé”, dijo el mandatario a modo de justificación.

El hijo del narcotraficante, sobre el que pesa una orden de extradición solicitada desde setiembre por Estados Unidos, fue hallado por un comando de 30 militares y miembros de la Guardia Nacional en un casa en la ciudad mexicana de Culiacán, en el noroccidental Estado de Sinaloa, una región considerada tierra de narcos. Para evitar su detención, este hijo del Chapo desató horas de tiroteos y bloqueos en la capital del estado, utilizando armamento superior al de los uniformados y generando el caos en la urbe.

NARCOPODER. Esta crisis muestra el poder de los grupos de la delincuencia organizada, en este caso el Cártel de Sinaloa, y deja al descubierto las fisuras que registra el Gobierno de López Obrador en seguridad.

De manera preliminar, el suceso dejó hasta el momento ocho muertos; un civil, un agente de la Guardia Nacional, un interno de un penal del Municipio y cinco agresores. Además de 16 heridos, y 49 reos fugados de esta prisión de Culiacán en la que se registró un motín.

El episodio de Culiacán se sumó a los dos enfrentamientos registrados esta semana entre agentes del Ejército mexicano y civiles armados en los estados de Michoacán y Guerrero, que dejaron como saldo 28 muertos.

El lunes se registró el asesinato de 13 policías estatales y 9 heridos en Aguililla. El martes, en Guerrero al menos hubo 15 muertos, 14 civiles y un militar, tras un enfrentamiento en la comunidad de Tepochica, Guerrero, una población cercana a Iguala, donde en 2014 desaparecieron los 43 estudiantes de Ayotzinapa.

La refriega en Culiacán refleja el enorme control y poder que tiene el cártel de Sinaloa y sus células sobre la región, que se consideraba relativamente pacificada en los últimos meses.