Según Barreto, este tipo de problemas no son actuales, sino que se arrastran desde hace tiempo, configurándose en “la principal barrera” para el mayor desarrollo económico del país. El ex titular de Hacienda indicó que, por ejemplo, la inestabilidad política o las amenazas constantes de cambios bruscos de gobierno, fuera de los periodos de elecciones, pueden tener un impacto en la economía al generar dudas que afectan a la inversión, tanto de las empresas como de las personas particulares.
En ese sentido, recordó la anterior crisis política que estuvo a punto de tumbar al gobierno de Mario Abdo Benítez, como consecuencia de la firma de la conocida como “acta secreta”, relacionada con la potencia de la binacional Itaipú en 2019, e indicó que este tipo de situaciones lo que hace es ratificar una imagen de inestabilidad que se transmite sobre todo en el extranjero. No obstante, resaltó: “Lo que hemos hecho diferente en estos últimos años es que la política económica se ha mantenido a pesar de la inestabilidad política, que es algo positivo”.
Como ejemplo, señaló que el juicio político que derivó en la salida de Fernando Lugo de la Presidencia de la República en 2012 no desencadenó en modificaciones del manejo técnico de instituciones como el Banco Central del Paraguay o el Ministerio de Hacienda; sin embargo, aclaró que para llegar a conclusiones puntuales como esta es necesario hacer un análisis profundo, mientras lo que prevalece es una sensación de conflicto.
“A pesar de los buenos números que tenemos de manejo económico, de una economía que sigue creciendo, de deuda que es baja, una serie de cosas que son cosas positivas, todavía no hemos podido acceder al grado de inversión y es porque en nuestra ‘mochila’ está la inestabilidad política, que es un factor muy importante, y la baja institucionalidad judicial que tenemos todavía”, manifestó.

LIMITANTE. Por su parte, Carlos Carvallo expresó que genera preocupación el hecho de que las emergencias derivadas de situaciones políticas ocurran con cierta periodicidad, debido a que esto definitivamente impacta en indicadores de la actividad económica. “El problema de estos ciclos de inestabilidad es básicamente la parálisis que genera en la economía. Cuando uno no sabe en qué va a desencadenar un hecho político, lo que hace es esperar. El inversionista o el consumidor esperan y la economía se resiente”, manifestó.
A su vez, el ex director del Banco Central consideró que las crisis políticas tienen su origen en cuestiones “más profundas” que guardan relación precisamente con la construcción de institucionalidad y que el escenario actual, ligado al coronavirus, tendrá efecto en diversos indicadores. “No solo va a generar un impacto de corto plazo en ciertas variables de carácter económico social, sino también un impacto en la imagen del país. En todos lados están hablando de que Paraguay está viviendo una crisis moral en este momento, de haber gestionado mal los recursos relacionados para hacer frente a la pandemia y eso tiene un impacto sobre la imagen país”, dijo.
La calificación de riesgo internacional y la meta de lograr el grado de inversión se ven afectadas por los sucesivos periodos de inestabilidad y debilidad institucional, conforme a lo que aseguran analistas.