Ningún vuelo fue tan esperado como el del carguero SkyLease Cargo 4852 que debía llegar de Hong Kong, China, en la segunda semana de abril, con equipos e insumos médicos que el Ministerio de Salud adjudicó en forma directa a las empresas Eurotec SA e Insumos Médicos SA, presupuestados en 150 millones de dólares, en el marco de la Ley de Emergencia, para equipar a los desguarnecidos hospitales y al personal de blanco que lucha contra la pandemia del Covid-19.
Pronto se descubrió que los equipos no cumplían con las especificaciones técnicas requeridas. El cargamento tuvo que ser rechazado. Un informe de la Contraloría indicó que el Ministerio de Salud incurrió en “irregularidades en todo el proceso de compras”.
Otro informe de la Comisión Especial de Supervisión y Control de Compras, presidida por el ex senador Arnaldo Giuzzio, confirmó que se había montado un esquema delictivo para compras fraudulentas de insumos médicos con dinero del Estado. También se descubrieron presuntas compras fraudulentas en la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac) y en Petróleos Paraguayos (Petropar), provocando la renuncia de sus titulares Édgar Melgarejo y Patricia Samudio, quienes acabaron procesados.
A pesar de las visibles evidencias de corrupción, el ministro de Salud, Julio Mazzoleni, trató en todo momento de minimizar lo ocurrido y de encubrir a los funcionarios involucrados. La Fiscalía y la Justicia no avanzaron mucho en las investigaciones y los empresarios acusados acabaron beneficiados con medidas alternativas a la prisión.
La sensación de impunidad generó indignación en la ciudadanía, que debió someterse al sacrificio de guardar cuarentena durante meses, de perder trabajos e ingresos, ante la promesa de que se iba a equipar el sistema sanitario, lo cual solo ocurrió en mínima parte. Actualmente, las unidades de terapia y de urgencia se encuentran colapsadas ante el aumento de casos de coronavirus.
Casi no hay camas disponibles. La confianza que se tenía en principio en la gestión del ministro Mazzoleni y del presiden Abdo Benítez, ha disminuido mucho en los últimos meses.
EDUCACIÓN
La otra gran falencia de gestión fue en el campo educativo. Ante la suspensión de la asistencia a aulas por la pandemia, la administración del ministro de Educación, Eduardo Petta, no logró desarrollar un sistema efectivo de clases virtuales o alternativas a distancia, principalmente en regiones más carentes y de escasa conectividad.La mayoría de las organizaciones de padres y educadores considerando que el 2020 fue un año perdido en el ámbito de la educación.
“En el contexto del Covid-19, el MEC impulsó una propuesta de educación virtual dirigida a docentes y establecimientos escolares que no contaban con las experiencias ni con los recursos culturales y tecnológicos básicos para garantizar la continuidad pedagógica en entornos virtuales.
Las situaciones de desigualdad profundizadas en el campo educativo muestran la ausencia de la perspectiva de derechos en el enfoque del MEC y en sus propuestas e iniciativas puntuales ante la pandemia”, sostiene el informe sobre derechos humanos 2020 presentado por la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay.