“No se tiene el texto del acuerdo para saber qué realmente se acordó. Se tienen algunas informaciones en forma indirecta. Ya en 2019 no había mucha transparencia. Ahora no lo hacen público rápidamente. Quizás tendrá su explicación, pero hubieran sacado por lo menos un resumen oficial”, insistió, dejando en evidencia las preocupaciones sobre los términos negociados y la falta de información oficial.
DESEQUILIBRIO. Por otro lado, Masi cuestionó la limitada profundidad del acuerdo en términos de comercio agrícola y aseguró que finalmente no es un acuerdo “tan libre”.
“El acuerdo de libre comercio no es tan libre que digamos. Nuestros productos, como carne, arroz o maíz, que son los de mayor competitividad, ingresarán solo en cuotas, mientras que los productos europeos tienen más facilidades para ingresar a los mercados del Mercosur. En algunos casos, Paraguay va a tener preferencia en algunos productos que no son tan competitivos”, señaló.
En ese sentido, dijo que el acuerdo favorece más a los productos manufacturados europeos, como textiles y farmacéuticos, entre otros, con mayor liberalización en cuanto a volumen para ser exportados al Mercosur, lo que refleja un desequilibrio entre las ventajas de cada bloque.
“En el campo agrícola, el Mercosur es competitivo en los sectores agrícola e industrial. Sin embargo, en los últimos años, los agricultores han pedido mayor protección con el acuerdo con Mercosur. Y creo que van a lograr esa mayor protección a algunos productos que tienen una marca mundial muy fuerte, que tienen un estatus diferente por así decirlo”, indicó Masi.
TRABAS. El economista también se refirió a las dificultades políticas dentro de Europa para ratificar el acuerdo. Francia lidera la oposición y busca apoyo de otros países, como Polonia, Irlanda y Austria, lo que podría poner en riesgo la implementación del pacto.
“Una de las dificultades es que hay una oposición fuerte contra el acuerdo en uno de los países más importantes, que es Francia. Si tienen un 40% de oposición, no se podrá ratificar”, explicó.
NORMA 1115. Según Masi, las demandas medioambientales de la UE y los intereses económicos de ambos bloques continuarán generando tensiones significativas, sobre todo ante el Reglamento 1115 de la UE, que es independiente al acuerdo con Mercosur y cuya implementación fue postergada para el 2026.
“Los europeos tenían demandas ambientales muy exigentes, incluso más allá del Acuerdo de París, eso se dejó de lado. Sin embargo, el Reglamento 1115, que pesa más sobre los países del sur, sigue siendo un desafío”, indicó.
Tras casi 25 años, el viernes se cerró el acuerdo Mercosur-UE. En tanto, hasta ahora no se dio a conocer el documento oficial que debe ser aprobado por los Parlamentos. Los sectores económicos se mantienen expectantes a este, mientras que desde el Gobierno aseguran que se hará público en la brevedad.