Al final de la jornada, la vicepresidenta demócrata participó en el legendario programa cómico de televisión Saturday Night Live.
Harris y la cómica que la interpretaba, Maya Rudolph, se sentaron cara a cara en un tocador como si se estuvieran viendo en un espejo.
"¡Voy a votar por nosotras!”, dijo su doble. “Genial”, contestó ella.
Antes se sucedieron los mítines.
Tanto ella como el ex presidente republicano se centran en los estados clave, donde los candidatos suelen ganar por la mínima.
Ambos siguen en empate técnico en las encuestas, aunque Harris se ha llevado una grata sorpresa con un sondeo muy reputado que la da por delante por tres puntos en Iowa, donde el republicano ganó en 2016 y en 2020.
Al menos 75 millones de personas ya han votado por anticipado.
Los candidatos celebraron mítines en Carolina del Norte. Además, Harris fue a Georgia y Trump a Virginia.
En Atlanta, Georgia, la ex senadora que aspira a convertirse en la primera presidenta del país acusó a su rival de considerar “un enemigo” a todo aquel que discrepe con él.
Pero también de haber “nombrado a dedo a tres miembros de la Corte Suprema” durante su mandato (2017-2021) con la intención de que dinamitaran el derecho federal al aborto y de querer bajar los impuestos a los millonarios.
“De machos”
En Scranton, Pensilvania, un estado clave en estos comicios, el presidente Joe Biden insistió en que “Trump y sus amigos republicanos quieren otro recorte de impuestos gigantesco para los ricos”.
“Sé que algunos de ustedes están tentados de pensar que es de machos”, pero esta “es la clase de tipos a los que te gustaría azotar en el culo”, soltó.
Trump volvió a cargar contra su rival.
Ella “habla de unidad, y luego me llama Hitler”, se quejó en Carolina del Norte.
En realidad, la vicepresidenta le ha llamado “fascista”, pero no Hitler.
Sí dio crédito hace días a unas declaraciones realizadas por el ex jefe de gabinete en la Casa Blanca, John Kelly, según el cual Trump le dijo que Adolf Hitler “también hizo algunas cosas buenas”.
El magnate quiere recuperar las llaves de la Casa Blanca. Si lo logra, se convertiría en el primer presidente con una condena penal y cuatro inculpaciones a sus espaldas.
Trump pintó un panorama sombrío de Estados Unidos que se encamina, según él, a una “depresión”, cuando los economistas coinciden en que goza de buena salud económica.
Me voy a dejar la piel
“Deberías echar un vistazo a esos números, es terrible”, dijo en Virginia. “Me voy a dejar la piel por ustedes, y no necesitaba esto” porque podría estar “en la playa”, añadió.
En una entrevista con Fox News, arremetió contra un anuncio demócrata en el que se ve a esposas de sus simpatizantes votando en secreto por Harris. "¿Se imaginan a una esposa que no le dice a su marido a quién va a votar?”, se preguntó.
El republicano de 78 años sabe que, según las encuestas, las mujeres prefieren a Harris y los hombres a él.
Y es difícil que la tendencia haya cambiado después de que él comentara que protegerá a las mujeres “les guste o no”. “Las protegeré”, insistió este sábado, obviando la segunda parte de la frase.
Muchas mujeres están enfadadas.
“Mantenerme al margen es lo que siempre he hecho, pero hoy hay demasiadas cosas en juego”, declaró en Washington Sheridan Steelman, una profesora de 74 años con un cartel rosa que en el que se lee “Abuela enojada”.
Trump ha endurecido al extremo su retórica.
Si Harris gana “cada localidad de Estados Unidos se convertirá en un campamento de refugiados sórdido y peligroso”, afirmó el sábado.
“Estados Unidos es ahora un país ocupado” por los migrantes, dijo, y recalcó que si él gana lanzará “el programa de deportación más grande en la historia” del país.
La política internacional está muy presente.
En Charlotte, Carolina del Norte, Harris fue interrumpida por manifestantes descontentos con el apoyo de Estados Unidos a Israel en la guerra que libra en Gaza.
Porque estas elecciones no solo tienen repercusiones en Estados Unidos, sino en varias regiones y en la economía global.
“Una de las razones por las que estamos aquí, es porque luchamos por nuestra democracia y el derecho de la gente a decir lo que piensa, pero ahora estoy hablando yo”, respondió la ex fiscal.
En la recta final, aumenta el miedo a un posible estallido de violencia si Trump pierde y se niega a reconocer su derrota, como hizo en 2020.
“Que hagan trampas, porque eso es lo que hacen, lo hacen muy bien, son muy profesionales, pero creo que tenemos muchas posibilidades de ganar el voto popular”, afirmó en Virginia.
Fuente: AFP