Los cinco países de los BRICS, que compusieron esta alianza en 2009, representan actualmente el 23% del PIB mundial, el 42% de la población y más del 16% del comercio global.
Más de 20 países ya presentaron una demanda formal para unirse al bloque, entre ellos Argelia, Arabia Saudí, Argentina, Bangladés, Cuba, Egipto, Etiopía, Irán y Vietnam.
Otros Estados como México, Pakistán o Turquía también expresaron su interés, aunque sin formalizarlo.
Sudáfrica estuvo trabajando este año en una lista de “directrices” para la entrada de nuevos miembros.
Teniendo en cuenta la diversidad geográfica, económica y política de los aspirantes, “resulta difícil ver cuáles podrían ser los criterios de una posible expansión”, explica a AFP John Stremlau, especialista en relaciones internacionales en la Universidad de Witwatersrand, en Johannesburgo.
Evolución geopolítica
La llegada de nuevos países podría modificar los equilibrios geopolíticos del bloque, según los expertos.
Pese a la disparidad geográfica de sus miembros, los BRICS coinciden en la reivindicación de un equilibrio político y económico mundial más inclusivo, en particular frente a Estados Unidos y la Unión Europea.
Entre los nuevos aspirantes, hay países históricamente no alineados, como Indonesia o Etiopía, pero también otros con una relación más hostil con Estados Unidos, como Irán o Venezuela.
“Si Irán se suma a los BRICS”, o lo hace Arabia Saudí, “esto cambiará evidentemente la dimensión política del grupo”, sostiene Cobus Van Staden, un investigador sudafricano especialista de las relaciones China-África.
¿Una alternativa?
El Nuevo Banco de Desarrollo (NDB), creado en 2015 por los BRICS para competir con el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, ya acogió como nuevos miembros a Bangladés, Egipto y Emiratos Árabes Unidos.
También está previsto que Uruguay se incorpore pronto al NDB.
No obstante, “si los BRICS quieren continuar siendo el grupo de las ‘grandes economías emergentes’, sería lógico que entren en el bloque países del Sur que formen parte del G20", asegura Stremlau, refiriéndose a Arabia Saudí o Indonesia. Argentina también cumpliría con ese perfil.
Según este experto, “hará falta mucho tiempo y mucha práctica de una dura disciplina como la diplomacia” para competir con el G20 o el G7.
Ambiciones chinas
Antes de debatir sobre las condiciones de entrada, los BRICS deben ponerse de acuerdo sobre la conveniencia de ampliar el bloque.
La cuestión de la expansión divide sobre todo a India y China, las dos economías más fuertes entre los cinco países miembros.
Pekín quiere extender su influencia, mientras que Nueva Delhi desconfía de las ambiciones de su rival regional.
Rusia y Sudáfrica también apuestan por una ampliación, mientras que la posición de Brasil es más dubitativa.
Brasil, Rusia, China e India fundaron este bloque en 2009 y Sudáfrica se sumó a ellos un año después.