Ruiz Díaz explicó que hace aproximadamente un año, un grupo de cuidacoches provenientes de la Chacarita comenzó a operar en San Bernardino. Aunque inicialmente su presencia pasó desapercibida, recientemente han adoptado actitudes más agresivas y establecido tarifas desmedidas, llegando a cobrar hasta G. 100.000 por estacionar vehículos.
“Me contaron que hay cuidacoches que no son de San Bernardino cobrando 100.000 guaraníes, algo que no corresponde. Esto afecta tanto a los turistas como a nuestra comunidad local”, expresó el intendente.
La Municipalidad, que tiene censados a los cuidacoches locales y les proporciona chalecos identificativos, ha establecido tarifas máximas de G. 10.000 durante el día cerca del lago y G. 30.000 en horario nocturno. Sin embargo, las denuncias indican que estas normas no siempre se respetan.
El intendente también señaló que algunos cuidacoches operan fuera del control municipal, alquilando terrenos privados y cobrando tarifas elevadas sin autorización. “Tenemos un estacionamiento municipal en el anfiteatro, pero hay quienes aprovechan la temporada alta para hacer su ‘agosto’”, agregó.
La situación no solo afecta la economía de los visitantes, sino que también puede dañar la reputación de San Bernardino como destino turístico. Ruiz Díaz destacó que es fundamental mantener un control estricto sobre las actividades de los cuidacoches para garantizar que los turistas se sientan bienvenidos y seguros.
“Estamos trabajando en conjunto con la policía para identificar a quienes no cumplen con las normas y asegurar que se respete a nuestros turistas y ciudadanos”, afirmó.
Ante las denuncias de cobros abusivos, la municipalidad busca reforzar las medidas de control y garantizar que los cuidacoches censados operen dentro del marco legal establecido. Mientras tanto, los visitantes deben estar atentos y exigir el cumplimiento de las tarifas autorizadas.
San Bernardino, como uno de los principales puntos turísticos de Paraguay, enfrenta el desafío de equilibrar la oferta de servicios locales con la protección de los derechos de quienes eligen disfrutar de sus atractivos.