06 may. 2025

Curuguaty: Solidaridad se convierte en plato de comida para indigentes

Fieles a su estilo hospitalario, voluntarios de Canindeyú alimentan el cuerpo y el alma de los más necesitados de su departamento. Lo hacen gracias a la ayuda de muchos héroes anónimos.

Foto: UH Edicion Impresa

Foto: UH Edicion Impresa

Elías Cabral
CURUGUATY

El paraguayo siempre se caracterizó por su hospitalidad, más aún el del interior del país; y en Curuguaty no es la excepción, ya que gracias a la solidaridad de muchas personas, los que tienen menos pueden comer –a diario– un almuerzo nutritivo y rico, preparado con cariño.

Esa es la noble tarea que realiza el comedor de la parroquia San Isidro Labrador de Curuguaty, desde hace décadas. Actualmente, son doña Francisca Chaparro y su hija María Vaneza Chaparro las voluntarias, que desde hace 4 años brindan el servicio gratuito a la comunidad.

La rutina de trabajo de estas mujeres se inicia al filo de las 10.00, cuando doña Francisca recoge todos los víveres, principalmente, de dos supermercados de la ciudad, cuyos propietarios –también gratuitamente– colaboran para la causa. Posteriormente, comienzan los trabajos en la cocina, donde con su hija preparan –con mucho cariño– el alimento para los menos beneficiados.

Beneficiarios. La servidora comunitaria comenta que los platos de comida se entregan basándose en una lista elabo- rada entre todos los acompa- ñantes de enfermos del hospital distrital de Curuguaty, quienes acuden con una vianda para llevar los alimentos, “a veces para más de 3 personas”.

Aparte de los enfermos, existen varios indigentes que reciben el beneficio, muchos de ellos viven a merced de los vicios y el alcohol, cuyo único alimento en el día es este plato de comida. “Nosotros no podemos negar la comida a nadie, a veces ya no nos alcanza y buscamos la forma de servir a todos”, precisó doña Francisca, al tiempo de contar que los recursos son limitados, ya que algunos colaboradores dejaron de aportar con el comedor.

En los últimos dos meses, el comedor parroquial alcanzó a servir a más de 38 personas, de hecho, la cantidad varía permanentemente.

Recursos. La Municipalidad aporta mensualmente G. 500.000 para el comedor, los supermercados Grefran y Saito entregan víveres, y personas solidarias también apoyan económicamente en forma mensual a la causa; mientras que los panificados son donados por las panaderías Multipan, Caaguazú y el propietario de Heladería Nani.

Doña Francisca espera que personas voluntarias sigan colaborando con el comedor, pues las necesidades son muchas y cada vez más personas llegan a uno de los salones de la parroquia San Isidro Labrador. Igualmente, la mujer invita a quienes quieran ayudar en la cocina, ya que en total solo son 4 personas en el sitio.