Jareh Sebastian Dalke, de 32 años, trabajó menos de cuatro semanas en la NSA, una agencia de inteligencia estadounidense, antes de dimitir por presuntos problemas familiares a finales de junio de 2022.
En las pocas semanas que estuvo en la NSA, Dalke imprimió documentos confidenciales y después de dimitir propuso vendérselos por 85.000 dólares a alguien que creía que era un agente ruso, según los documentos judiciales.
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En realidad estaba tratando con un agente encubierto del FBI.
Dalke se declaró culpable en octubre de seis cargos por intentar transmitir información clasificada de defensa nacional a un agente de un gobierno extranjero.
“Este acusado, que había jurado defender a nuestro país, creyó que estaba vendiendo información clasificada de seguridad nacional a un agente ruso, cuando en realidad se estaba delatando ante el FBI”, dijo el fiscal general Merrick Garland en un comunicado.
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“Esta sentencia demuestra que quienes intenten traicionar a nuestro país tendrán que rendir cuentas por sus crímenes”, añade.
Fuente: AFP.