04 may. 2025

De espaldas a la realidad y a la ciencia, aprueban Hambre Cero

Una mayoría cartista en la Cámara de Diputados aprobó en general el proyecto de ley Hambre Cero, pese a los cuestionamientos formulados por los expertos. La arrogancia de la clase política tendrá –una vez más– nefastas consecuencias en la calidad de vida de la población. Además de dejar sin desayuno y sin merienda a los escolares pobres, el nuevo fondo supone la suspensión de la financiación de la investigación y dejar sin recursos propios al Arancel Cero para la universidad. Una exhibición de soberbia y autoritarismo.

Como pocas veces, en los últimos 35 años de democracia, las autoridades de nuestro país han mostrado tal elevado grado de arrogancia para decidir de forma autoritaria en la Cámara de Diputados el cuestionado proyecto Hambre Cero.

El Fondo Nacional de Alimentación Escolar (Fonae), cuya creación establece la nueva ley, solamente tiene en cuenta el almuerzo y, a diferencia de Fonacide, no contempla desayuno ni merienda escolar para las escuelas. La introducción de la Ley Hambre Cero para el año 2025 tiene como objetivo la “universalización del almuerzo escolar”, reasignando los fondos actualmente destinados al Fonacide al Ministerio de Desarrollo Social.

En el transcurso del debate, así como en la futura implementación del proyecto, fue dejado de lado el mismo Ministerio de Salud Pública; la mediática discusión ha dejado asimismo reveladoras opiniones que desnudaron posturas llevadas al extremo de lo absurdo. Una de ellas fue la del propio ministro de Educación, Luis Ramírez, quien defendió la universalización del almuerzo escolar como reemplazo del desayuno y la merienda escolar, sosteniendo que se ha visto que es mejor que se tengan unos periodos importantes de abstinencia; “hoy lo llaman ayuno intermitente”, había afirmado.

Otra de las posturas que revelaron sin lugar a dudas la absoluta desconexión con la realidad y la ignorancia de la situación que vive la población en situación de pobreza del Paraguay, ha sido la del senador cartista Basilio Núñez, al decir, sobre la eliminación del desayuno y la merienda que “quien más, quien menos, desayuna en su casa, pero no almuerza” y que el proyecto beneficia a los niños que van saliendo de las escuelas y a los que van ingresando al mediodía.

Una reputada pediatra respondió al respecto que los niños y niñas que viven en situación de pobreza extrema “merencenan” un cocido negro y una galleta, y quitarles el desayuno escolar es tenerlos casi 24 horas sin alimento. Otros expertos explicaron antes que saltarse el desayuno, que es una de las primeras comidas del día, podría tener consecuencias negativas en miles de niños y niñas en riesgo de sufrir desnutrición.

Sobre los cuestionamientos que le hicieron las sociedades médicas, el senador las acusó de moverse de acuerdo con “los intereses de los laboratorios”. Como reacción, un total de 42 sociedades médicas firmaron una carta abierta dirigida al senador Basilio Núñez, próximo presidente del Congreso Nacional, expresando su preocupación y repudio por sus declaraciones. Estos gremios tildaron de “infundadas” y “perjudiciales” dichas expresiones, y resaltaron que se rigen principios de transparencia, excelencia y ética profesional.

La administración del proyecto estará a cargo del Ministerio de Desarrollo Social y las Gobernaciones, mientras que controlarán su implementación el Consejo Nacional para la Alimentación Escolar (Conae). Se critica la ausencia en este consejo del Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición, y las sociedades científicas.

“Hambre cero” se enfoca únicamente en el almuerzo escolar, sin considerar los programas de educación nutricional, además, y como consecuencia directa, desfinanciará el Arancel Cero para la universidad y la investigación, para las cuales el Ministerio de Economía deberá, en el futuro, buscar recursos.

Es preocupante el uso de la mayoría parlamentaria para aprobar leyes tan importantes, anulando toda posibilidad de diálogo y debate, además de la desconexión con la realidad de pobreza en la que sobreviven miles de familias paraguayas.

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