28 jun. 2024

De periodista pobre a político millonario

Por Andrés Colmán Gutiérrez
andres@uhora.com.py
“Ser periodista es la manera más divertida de ser pobre”, le gustaba decir al recordado Fernando Cazenave. Será por eso que algunas personas decidieron abandonar el periodismo y dedicarse a oficios más rentables. La política, por ejemplo.
A principios de los 80, como jefe de Redacción de Última Hora, Cazenave decidió darle oportunidad a un dinámico y talentoso joven ovetense que relataba partidos de fútbol en la radio Difusoras Caaguazú de Coronel Oviedo, y le ofreció un puesto de redactor. Su nombre: Nicanor Duarte Frutos.
Vivía en una modesta pieza alquilada y, más de una vez, algún colega recuerda que tuvo que prestarle dinero para su pasaje en ómnibus. Una pintoresca anécdota, casi leyenda urbana, retrata la franciscana pobreza en la que nos desenvolvíamos los periodistas. Un día, Duarte Frutos tuvo que mudarse y le pidió a otro compañero que le ayude a transportar su mudanza... en su motocicleta.
“Pero, ¿cómo vamos a hacer una mudanza en una moto?”, protestó, sorprendido, el colega. “Profesor... ¡mokói bolsónteko la arekóva! (solo tengo dos bolsones)”, respondió irónico el ovetense.
Dicho y hecho, la mudanza se efectuó a bordo de la moto, en un solo viaje. Cuando estaban saliendo, Nica le dice a su transportador: “Eha’arômi, che resarái che roperogui” (Esperame, me olvidé de mi ropero), y volvió a entrar a la pieza. El colega quedó preocupado: ¿Cómo iban a llevar un ropero en una moto? Pero Nica sale con un trozo de cuerda en la mano. “Kóa ha’e la che ropero, ko’ápe amosaingo la che ao (este es mi ropero, aquí cuelgo mi ropa)”, le aclaró.
¿Cuánto tiempo ha pasado desde entonces? ¿Cuántos sueños, cuantos desengaños...? Duarte Frutos lleva más de tres años como presidente de la República y junto a su experiencia como caudillo político también ha aumentado increíblemente su fortuna personal.
En 1999 declaró ante la Contraloría que tenía un patrimonio de 773 millones de guaraníes. En otra declaración realizada en 2003 admitió que el valor de sus bienes había aumentado a 2.200 millones. En solo cuatro años, incrementó sus fortuna en 1.427 millones de guaraníes. ¿Cómo hizo...?
Merece una investigación profunda su participación en la empresa de publicidad Sistema Siete, privilegiada con buena parte de la millonaria torta publicitaria de organismos estatales o binacionales. O las acciones, por valor de 30.000 dólares, de la empresa “Business Corporation International”, un puerto privado en Alto Paraná, denunciado como un sitio por donde ingresaron mercaderías evadiendo al fisco por cifras millonarias.
En su discurso como candidato, Nicanor dijo que una de sus grandes aspiraciones es abandonar el poder sin enfrentar procesos judiciales, ni ser acusado de haberse enriquecido ilegalmente.
Hasta ahora, todos quienes ejercieron el cargo de presidente de la República en la transición democrática han estado sospechados o procesados por delitos de corrupción.
El general Andrés Rodríguez, quien derrocó al dictador Stroessner, se llevó a la tumba las muchas sospechas de haber estado involucrado en casos de narcotráfico. Juan Carlos Wasmosy fue condenado a 4 años y 6 meses de prisión por el auxilio irregular a un banco en quiebra, pero fue sobreseído. Raúl Cubas Grau fue procesado por malversación de fondos y por la liberación ilegal del golpista Lino Oviedo, pero fue sobreseído. Luis González Macchi fue condenado por enriquecimiento ilícito a 6 años de prisión y hoy goza de reclusión domiciliaria.
Triste destino el del Paraguay: ver a sus presidentes terminar sus mandatos con cuentas pendientes con la Justicia. Nicanor Duarte Frutos, el humilde periodista que se transformó en político millonario, ¿logrará ser un ex gobernante diferente?

(Una versión mucho más extensa de este artículo se puede leer en el blog del autor, en ultimahora.com.py, junto a numerosos comentarios de lectores y lectoras)

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