Dominga Mareco Alvarenga, conocida cariñosamente como ña Dominga, llevaba su vida entre el trabajo y la casa. Jubilada, pero siempre activa como vendedora en una panadería, encontró en su rutina diaria la fuerza para seguir adelante. “El trabajo me distrae, me da energía”, aseguró.
Durante años, Ña Dominga fue fiel compradora de los cartones de Seneté. Con la confianza de su vendedor, muchas veces los adquiría fiados, pagándolos a fin de mes. Sin embargo, esta vez, con un sencillo billete de G. 10.000, decidió probar suerte. Guardó el cartón en su cartera, arrugado entre otros papeles, y siguió con su día a día sin revisarlo.
Días después, su vendedor llegó emocionado a buscarla. Entre risas y curiosidad, revisaron juntos el cartón. Fue entonces cuando descubrieron que ella era la afortunada ganadora del gran premio. La noticia fue tan inesperada como transformadora.
Para Ña Dominga, este premio significa mucho más que dinero. Es la posibilidad de comprar la casa que siempre soñó, pagar deudas y construir un futuro más estable para ella y su familia. Además, representa un alivio y un reconocimiento a su incansable esfuerzo y generosidad a lo largo de los años.
Con este emocionante sorteo, Seneté reafirma su misión de transformar vidas, cumpliendo sueños y demostrando que el próximo ganador puede ser cualquiera. Si querés ser el próximo ganador o ganadora comprá tu cartón de Seneté.