Entre los daños y perjuicios constatados, se tienen pérdidas de precarias viviendas, que fueron arrastradas por los raudales tras los desbordes de los arroyos Yhacaroysá y Orteg de Caacupé, que cruzan los barrios General Díaz, Chaco’i, San Francisco y San Isidro.
Se suman cuantiosas pérdidas de materia prima para la fabricación de chipas, principal fuente de ingreso de numerosas familias, materiales de olerías y enseres domésticos arrastrados por las aguas.
Los daños viales también están a la orden del día, pues la intensa lluvia deterioró puentes, e incluso derrumbó algunos de ellos; también dejó tramos vecinales intransitables y peligrosos.
El concejal departamental Anastasio Bobadilla informó que para brindar ayuda a los damnificados, se ha declarado emergencia vial y social, para de esa manera solicitar al gobernador de Cordillera, la utilización de los fondos económicos que la institución dispone para las emergencias, y de esa manera ayudar a los cordilleranos damnificados.
Los problemas no solo se circunscriben a Caacupé, sino también abarcan varios distritos de la Cordillera, entre los que cuentan las ciudades de Piribebuy, Tobatí, Itacurubí de la Cordillera, Mbocayaty del Yhaguy y otros.