La tensión es alta en esta localidad del centro de Israel después de que un joven árabe muriera el lunes tras recibir un disparo de un judío israelí, y en un contexto de creciente tensión y altercados entre palestinos e israelíes.
Una gran parte de los árabes-israelíes –más de un 20% de la población de Israel– autóctonos o descendientes que se quedaron tras la creación del Estado de Israel en 1948 tienen una fuerte identidad palestina, que les vincula al resto de territorios ocupados.
Las protestas se han extendido también en otras ciudades árabes-israelíes –muchas de ellas mixtas– como Ramle, Um Al Fahem o Acre, donde se han registrado altercados.
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En la localidad cercana de Ramle se incendió también una sinagoga y se prendió fuego a su cementerio musulmán. Asimismo, en la urbe de Acre se incendió una comisaría de Policía y un restaurante.
Las imágenes en las televisiones israelíes en Lod mostraban hoy decenas de vehículos –incluido un autobús–, tiendas y tres sinagogas que fueron quemadas. También se registraron agresiones entre residentes árabes y judíos israelíes.
Según medios locales, hubo al menos 12 personas heridas que recibieron atención hospitalaria.
Un hombre judío de 56 años resultó gravemente herido por el lanzamiento de piedras contra su vehículo, y varias personas más tuvieron que ser escoltadas hasta su casa con protección policial, según informaron el diario Haaretz y el digital Times of Israel.
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La Policía perdió el control de la situación, ante lo que el alcalde pidió al Gobierno que declarara el estado de emergencia y destinara tropas a la ciudad para restaurar la calma.
Ante ello, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, convocó una reunión de emergencia con altos cargos para tomar medidas.
Todo ello se produce tras agravarse hoy la escalada de violencia entre Israel y Gaza, la peor de los últimos años, que se ha saldado con la muerte de 30 palestinos del enclave y tres mujeres en Israel.
En poco más de 24 horas, milicias palestinas de Gaza han lanzado cientos de cohetes hacia territorio israelí, incluso con ráfagas abundantes que esta tarde alcanzaron Tel Aviv y el centro del país.
Israel, por su parte, respondió con más de 500 bombardeos de represalia contra objetivos de las milicias.
A su vez, los choques de esta noche entre palestinos y Policía israelí en Jerusalén siguieron y dejaron unos 27 de heridos, informó el servicio de emergencias Media Luna Roja.