El abogado Paolo Pederzani, quien asesoró a la familia Cubas durante el secuestro de Cecilia, testificó ante los jueces Laura Ocampo, Fabián Weinsensee y Cándida Fleitas, sobre su actuación en el caso ocurrido en setiembre del 2004.
Este explicó que había sido contratado por la familia del ex presidente Raúl Cubas para ser el asesor de la negociación con los secuestradores.
Sin embargo, dijo que hubo poco o casi nula comunicación con los secuestradores, ya que su silencio era para mantener en angustia a la familia y así no opusieran resistencia para el pago del rescate que pedían.
Explicó que la única foto que recibieron es la de Cecilia Cubas, en la que se ve con la cabeza gacha, demacrada, y sosteniendo un ejemplar del diario Noticias.
La defensora Pública, María Fernanda Laíno, que representa al acusado Lorenzo González, le hizo varias preguntas con respecto a su defendido.
El hombre apuntó que no recordaba que se haya dicho el nombre de los acusados durante el cautiverio de Cecilia Cubas.
Alegó que hubo varios identikits elaborados por algunos testigos presenciales del secuestro, pero que no recordaba más.
Pederzani sostuvo que el objetivo era el rescate con vida de la secuestrada, por lo que no se había concentrado mucho en la investigación que realizaban los demás.
SEGUIRÁ. El juicio oral seguirá la próxima semana, conforme determinó el Tribunal de Sentencia que juzga al acusado.
En la causa, también se realizó una identificación de persona por parte del abogado Luis Canillas, que había hablado con los testigos que realizaron el identikit de Lorenzo González.
Además, también declaró la ex fiscala general, Sandra Quiñónez, como medida dispuesta por el Tribunal de Sentencia ante la muerte de varios testigos, entre ellos, Óscar Latorre.
En la causa, aún faltan varios testigos para prestar declaración testifical. No obstante, la querella insiste en que se dé por probado el secuestro y muerte.