En el acumulado del año, la más extensa selva tropical del planeta también batió una nueva marca histórica con 9.994 kilómetros cuadrados de vegetación nativa devastados, la tasa más alta desde 2015 cuando comenzó a realizarse la medición, según las alertas de deforestación divulgadas por el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE).
De acuerdo con la información registrada mensualmente por el Sistema de Detección de Deforestación de la Amazonía Legal en Tiempo Real (Deter), la devastación de la selva en los diez primeros meses del año ya superó la de todo el 2021, cuando fueron arrasados 8.219 kilómetros cuadrados de vegetación.
La metodología utilizada en el Deter se basa en imágenes satelitales y el INPE la usa para ofrecer alertas anticipadas sobre las áreas que están siendo desforestadas en la Amazonía.
En octubre fueron 4.586 advertencias de deforestación enviadas por el sistema.
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En los últimos cuatro años, coincidiendo con la llegada del presidente Jair Bolsonaro al poder, la deforestación en la selva amazónica se ha disparado a niveles que no se veían desde 2008.
Organizaciones ecologistas han advertido que la deforestación desenfrenada de la Amazonía brasileña está llevando a la selva a un punto de no retorno.
“El momento es crucial para la Amazonía, pues de ella depende el clima del mundo y, en consecuencia, la economía, la agricultura y la salud de todos los habitantes de este planeta. Necesitamos salir del ámbito de las promesas y pasar a la acción real”, señaló André Freitas, de Greenpeace Brasil, en un comunicado.