31 ene. 2025

Dejar las quejas y agradecer cambia la vida

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Agradecer genera beneficios en el cuerpo, la mente y las emociones. Así lo confirman los especialistas en neurociencias y diversos testimonios de personas que practican el agradecimiento en forma consciente.
“Es un buen hábito empezar agradeciendo”, comentó Nazareth Castellanos, licenciada en física teórica y doctora en medicina en neurociencia por la Universidad Autónoma de Madrid, en el marco de su ponencia sobre “Más allá de nuestro cuerpo”.

Comentó que existen estudios de neuroimagen que muestran que “el cerebro da más importancia al agradecimiento que a la recompensa personal.”

Describió que en la el cerebro se activaba mucho más ante “ese sentimiento de agradecimiento”, porque alguien tuvo empatía o generosidad, ante ese “esfuerzo de las otras personas hacia nosotros”, más que por el hecho en sí de que se soluciona algún problema personal o se obtuvo alguna recompensa.

Una de las personas que se dedica a la promoción y práctica del agradecimiento a nivel internacional es Marta Matea (IG: @marta_matea). “Lo hago porque el agradecimiento tuvo y tiene un gran impacto en mi vida,” contó a ÚH.

Hace siete años llegó a sus manos el libro La Magia , de Rhonda Byrne ( El Secreto ), texto que le hizo ver que es posible cambiar el foco, “desde la queja al agradecimiento y así, es posible cambiar nuestra vida.”

Marta, amiga de la tecnología, usó esta a su favor. Acostumbrada a los grupos de WhatsApp y desde ahí, con el permiso de los administradores de cada uno del que era parte, comenzó a difundir las 28 lecciones que sugiere esa autora para ayudar a cambiar.

“Me describo como muy entusiasta; es más, muchas veces debo frenarme para no ser intensa, porque cuando descubro algo tan valioso como esto, mi idea es que todo el mundo lo haga,” detalló.

POSITIVO RESULTADO

Al poco tiempo de ese “experimento”, Marta Matea se encontró con las 28 lecciones de ese libro, y le incrementó más sus ganas de querer difundir ese mensaje.

Fue en el marco de la pandemia (2020), “cuando muchos la pasaban muy mal, con desesperación, que se me ocurrió difundir los audios, para incentivar al cambio. Cada vez se sumaban más, así que decidí armar un grupo y así compartir las lecciones de agradecimiento”, recordó.

Por entonces, eran 4 personas en el grupo, el cual fue creciendo y se mantiene hasta hoy.

“Quise que mi experiencia positiva de agradecer, la cual a mí me cambió la vida, también sea la misma magia para otros”, remarcó.

Marta era una persona quejumbrosa. “Me quejaba desde si hacía frío o calor, del tráfico o de lo que sea. En mi país (Argentina) la queja es como un deporte. Pude reconocer que realmente lo único que conseguía quejándome era conseguir más motivos para seguir haciéndolo”, expresó.

Entendió que no quería más de lo mismo, y vio que llevando a la práctica diaria cada una de las 28 lecciones, pudo revertir eso. “Aunque al principio parece casi imposible escribir 10 motivos nuevos por los cuales estar agradecidos”, contó.

EL GRUPO

En el grupo de WhatsApp Agradecimiento, abierto y gratuito, diariamente se comparten las lecciones espirituales que a Marta, le ayudaron en su camino de sanación. “Todo lo que yo comparto primero lo he pasado por mí,” sumó. Datos al (0991) 402-166.

Un camino hacia la sanación del alma, sumando el agradecimiento
El grupo de WhatsApp Agradecimiento, liderado por Marta Matea y otras facilitadoras, comparten lecciones de vida, además, se difunden talleres gratuitos y se comparten opiniones relativas al tema del grupo. La facilitadora confiesa que ella y las demás integrantes se “nutren” de las intervenciones y aportes diarias. “Saber que llega este mensaje a quien lo necesita me llena el corazón. Siento que este grupo es como si fuera un hijo mío, algo que se gestó en un momento difícil y que fue tomando entidad, personalidad y a la vez sirve para llevar un mensaje de amor a quien lo necesita”, refiere. Marta Matea se considera así misma como una resiliente. Fue víctima de abuso psicológico y emocional durante tres décadas de matrimonio con unas persona, que más tarde descubrió que tiene características del Trastorno Narcisista de la Personalidad. Tras años de terapia psicológica, reconstruyó su autoestima destruida, “ante cada maltrato yo me respetaba cada vez menos,” recordó. “Me veía a mí misma como un perro hambriento, desesperada por un hueso de su amo, el hueso en este caso era una caricia, una muestra de cariño,” describió. Con el paso del tiempo y con mucha dedicación personal, descubrió que dedicarse tiempo, ocuparse de ella misma, de sus necesidades y bienestar era “prioritario”.

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