La escuela parroquial subvencionada Domingo Sabio del distrito de Puerto Casado, Departamento de Alto Paraguay, fueron visitados por delincuentes, que serían adictos a estupefacientes.
Los desconocidos rompieron vidrios de la ventana, forzaron las rejas e ingresaron en la cocina y se llevaron los cubiertos y alimentos que era para los estudiantes.
Según la encargada de la cocina Verónica Wagner, los delincuentes se robaron una multiprocesadora antes de empezar las clases.
Por su parte del director de la institución, Francisco Villasboa lamentó que esto pase otra vez y que los delincuentes constantemente estén ocasionando daños.
Pidió ayuda a las autoridades para dotarles de un vigilante, sobre todo por la noche y además mayor dotación policial en la ciudad, ya que son pocos los uniformados y existe muchos delincuentes que causan sendos daños sobre todo al sector educativo.
La parte de la cocina de un pabellón donde se enseñan a los alumnos desde el séptimo grado hasta el tercero de la media es la afectada, la cocina donde se elabora la comida en el marco del programa Hambre Cero que beneficia a la institución fue la afectada.
No es la primera vez que la escuela es víctima de los delincuentes y adictos, antes de empezar las clases se llevaron electrodomésticos y el jueves pasado los delincuentes se llevaron varios kilos de carne y de nuevo este lunes se constató otros perjuicios.
Los responsables de la institución piden el apoyo de las autoridades locales y departamentales para reforzar la medida de seguridad en la población con más efectivos policiales que son pocos para una localidad numerosa, además en la escuela necesitan de un sereno y también de cámaras de circuitos cerrado ya que el perjuicio afecta a los alumnos principalmente.
Además, en un tinglado que pertenece a la comunidad parroquial que se encuentra detrás de la escuela se constató que los adictos usan de aguantadero donde se evidencia objetos utilizados para preparar drogas que luego consumen.
En un antiguo baño abrieron la reja y adentro ingresan para drogarse, utilizan latitas de cerveza para cocinar la droga, se hallaron colillas de cigarrillos esparcidos por el piso.
La emblemática institución de la congregación Salesiana, que cuenta con centenares de alumnos, en su mayoría de escasos recursos, recibe también niños y jóvenes de las comunidades indígenas.