AFP y EFE
BRASILIA
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, decretó este domingo una “intervención federal” en Brasilia para retomar el control de la capital, luego de que seguidores del ex mandatario Jair Bolsonaro invadieran las tres sedes del poder.
Una marea humana de manifestantes vestidos de amarillo y verde, que protestan contra el regreso al poder de Lula, ocupó las sedes del Poder Ejecutivo, el Legislativo y Judicial en la capital brasileña (centro), según observó la AFP, dejando imágenes impactantes que evocaron las del asalto al Capitolio –sede del Congreso estadounidense– en Washington el 6 de enero de 2021.
El decreto colocó a las fuerzas de seguridad bajo la autoridad de un responsable nombrado por Lula y que se reporta a él directamente, Ricardo Garcia Capelli. Podrá recurrir a “cualquier órgano, civil o militar” para garantizar el orden.
CASTIGO DE LA LEY. ”Esta gente será castigada y vamos a descubrir incluso quiénes financian a estos vándalos que fueron a Brasilia, y todos pagarán con la fuerza de la ley por este gesto antidemocrático de irresponsabilidad”, declaró el presidente de 77 años desde la ciudad de Araraquara, ciudad del sureste devastada por inundaciones a finales de año.
Imágenes de medios y otras difundidas en redes sociales mostraron a los manifestantes invadiendo el Congreso, pero también llegando hasta el Palacio presidencial de Planalto y el Tribunal Supremo Federal –STF, máxima corte– de Brasil, ubicados en la misma área donde se concentran los tres poderes del Estado, la denominada Explanada de los Ministerios.
LA TOMA DEL CAPITOLIO. Las impactantes imágenes divulgadas recuerdan a la violenta invasión del edificio del Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021, en Washington, por los partidarios del entonces presidente republicano Donald Trump, aliado de Bolsonaro, para impedir la certificación del demócrata Joe Biden como vencedor de las elecciones de 2020.
Bolsonaro, quien perdió por estrecho margen ante el ex presidente Lula (2003-2010), salió de Brasil a fines de año y viajó a Estados Unidos, al estado de Florida (sureste), donde ahora reside Trump.
Algunos de sus simpatizantes manifestaban ante cuarteles militares desde que fue derrotado para reclamar la intervención del Ejército, con el objetivo de impedir la vuelta al poder de Lula para un tercer mandato.
REACCIÓN DE BOLSONARO. Bolsonaro reprobó este domingo de forma tibia el intento de golpe de Estado promovido por sus simpatizantes. “Las manifestaciones pacíficas, dentro de la ley, son parte de la democracia. Sin embargo, el vandalismo y las invasiones de edificios públicos como las ocurridas, así como las practicadas por la izquierda en 2013 y 2017, escapan a la regla”, manifestó el ex mandatario en sus redes sociales.
Casi 200 partidarios del ex presidente Bolsonaro fueron detenidos, informó el ministro de Justicia, Flávio Dino.
“Tenemos casi 200 personas detenidas en flagrante y las prisiones continuarán en las próximas horas”, declaró Dino en una rueda de prensa en Brasilia.
El ministro informó además que decomisaron “40 autobuses” que llegaron a la capital brasileña en las últimas horas con cientos de bolsonaristas radicales y que identificaron a los “financiadores” que hicieron posible esos viajes desde distintos puntos del país
Las fuerzas de seguridad lograron recuperar el control de las sedes del Congreso, la Presidencia y la Corte Suprema.
CONDENA MUNDIAL. Varios gobiernos de América y Europa, así como organismos como la Unión Europea, la Celac y la Alba, rechazaron el ataque, al tiempo que manifestaron su respaldo a Lula da Silva.
El presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, manifestó la “preocupación” de su país tras las acciones violentas contra las sedes de los tres poderes del Estado en Brasilia.
“Seguimos con preocupación los hechos que están ocurriendo en Brasil. El camino siempre debe ser el respeto a las instituciones, a la democracia, a la libertad y la no violencia”, publicó Abdo Benítez en su cuenta de Twitter.
Además, se sumaron al repudio los presidentes y mandatarios de Estados Unidos, Joe Biden; Argentina, Alberto Fernández; de Chile, Gabriel Boric; de España, Pedro Sánchez, de Portugal; Marcelo Rebelo de Sousa.
Asimismo, los jefes de Estado de Colombia, Gustavo Petro; de México, Andrés Manuel López Obrador; el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou; el de Ecuador, Guillermo Lasso, entre otros, también rechazaron las acciones de los radicales bolsonaristas. La Celac, la Unión Europea y Alba también manifestaron su apoyo a Lula y condenaron el ataque contra la democracia.