Firme, mi coandante. Dígame en menos de cinco minutos quién es el actual comandante de la Caballería. Dígame sin consultar a nadie y, en menos de 10 segundos, quién era el comandante de la Caballería en 1989. Al parecer, que no sepamos el nombre actual del alto jefe de la unidad que marcó prácticamente el siglo XX en Paraguay es el principal logro de nuestro sistema democrático. No es algo menor. Pero ¿es suficiente?
35 a 35. El 3 de febrero la democracia tendrá la misma cantidad de años que la dictadura que afortunadamente destronó. Jamás tuvimos un sistema autocrático tan prolongado como el stronista. Jamás tuvimos una vida democrática sin interrupciones como la que gozamos en la actualidad. En apariencia, son solo números con una importancia meramente estadística, aunque deja en claro que es hora de que la democracia pierda su inocencia o madure.
Viejos los trapos. Los 35 le toma a la democracia en una especie de crisis temprana de la mediana edad. Sabemos su importancia, pero poco a poco nos estamos olvidando de cuánto costó tenerla y hay un gran sector que no lo encuentra sentido práctico. Claro que resulta fácil despreciar a la libertad en libertad. Esa es el gran don de la democracia. Permite el disenso, el debate, la confrontación de ideas, aunque también da pie al menosprecio y a las críticas interesadas y de doble filo.
Colo’o. Nuestra democracia tiene muchos defectos. En gran medida encarnados por el partido, el Colorado, que forjó su grandeza y sus privilegios al amparo y reparo de las botas ensangrentadas de la claque militar que gobernó el país. Pero no nos engañemos, la ANR es el único partido realmente fuerte como para forzar el mejoramiento de la democracia. Obviamente no han dado ningún signo de que pretendan generar un salto de calidad para que estemos a la altura de otros sistemas democráticos consolidados.
Ore. Uno de los mágicos recursos que tiene el guaraní son las dos formas de aplicar la tercera persona del plural. El ñande es un nosotros más abarcativo. El ore es un nosotros mezquino y de los mal encarados. Actualmente la ANR aplica una democracia del ore.
Apá. Al fragor de la mayoría conquistada en 2023, los colorados y sus esbirros de la oposición sometida han actuado como una hambrienta nomenklatura al mejor estilo soviético tomando por asalto el Estado. Los mejores puestos son para los hijos de p (de poder, obvio) que no necesitan más que pedir un favor a apá para ganar un sueldo muy por encima del que se da en el sector privado. Estos granujas no están percibiendo el fastidio que está generando. La aparición, por su propia torpeza, de un caudillo descocado que los margine del poder y el sucio coqueteo con el crimen organizados son dos amenazas reales que la actual clase política no ve por idiota.
Una gran democracia debe progresar o pronto dejará de ser o grande o democracia. (Theodore Roosevelt, militar y presidente de los Estados Unidos)
Macro. La economía está mucho más abierta que en la dictadura. Sin embargo, sigue habiendo una economía corruptible de amigos bajo el auspicio del Estado. Los números macros son muy lindos pero no son buenos para la digestión del común.
Pote con caco. La Policía de la democracia, si cabe el término, es menos asesina que la de la dictadura. Empero, los ejecutores del stronismo infundían un respeto parido en el terror que generaban. Los actuales policías también generan terror pero por corruptos. Aunque la gente ya no les tiene respeto.
Colofón. A la de democracia también se ajusta la célebre frase del filósofo republicano, Blas N. Riquelme, es malo lo que tenemos, pero es mucho peor no tenerlo. Celebremos los 35 años de democracia. Nos lo merecemos.