Señalan además las diversas irregularidades detectadas en la institución que los movieron realizar las protestas, como por ejemplo el gasto de G. 600 millones en bocaditos, mientras el laboratorio se mantiene precario desde hace 50 años; así como también la quema de tesis de maestrías por “falta de espacio”.
Los jóvenes niegan las acusaciones contenidas en la denuncia de supuestamente impedir el trabajo de funcionarios, así como de destruir bienes de la facultad. Relataron que las notificaciones judiciales llegaron a Facen y no a sus domicilios, como corresponde, así como otras anomalías en el proceso.
Lo lamentable es que hasta el presidente del Centro de Estudiantes, César Chávez, y los representantes estudiantiles juegan en contra de los alumnos y hasta ampliaron las denuncias con argumentos como memes o comentarios en grupos de WhatsApp y Facebook, indicaron. La asamblea de los estudiantes desconoció la autoridad de estos representantes.
IRREGULARIDADES. Los estudiantes mostraron documentaciones de varias irregularidades que se dan en la institución y de situaciones que sufren por culpa de la mala administración de Guefos.
Una de ellas es la adjudicación en el 2010 para la “construcción de edificios de uso institucional” a la empresa Sendero SA, cuyo representante es el ingeniero Carmelo Desvars Villalba, hermano de Olga Desvars de Blanco, presidenta de la Comisión Permanente de Asuntos Administrativos en ese entonces, y hoy directora administrativa del Consejo Directivo de la Facen.
La empresa ganó por el monto de G. 2.960.954.967, pero luego obtuvo una ampliación de G. 582.145.033 en el 2011 y otra por el mismo monto en el 2012; esta última, solo autorizada por el decano.
En agosto del 2013, estas nuevas instalaciones de Facen sufrieron un incendio que arrasó con varias oficinas y dejó al descubierto la negligencia en el manejo de la seguridad. El propio asesor de Seguridad de la Facen, Néstor Báez Sosa, reconoció la ausencia total de extintores y que su sistema de incendios no funcionó. El decano no dio la cara en aquel entonces.
Francisca Benítez de Giménez, gerente general de Prevención SRL, envió una nota al coordinador de Seguridad de la UNA, César Palacios, contando que el guardia Fernando Martínez tuvo que ir hasta el Rectorado para buscar los extintores, relataron.
La primavera estudiantil en el Rectorado duró poco y los cambios esperados no están llegando en la UNA, por lo que lentamente se vuelve al invierno de injusticias en la educación terciaria.