“A pesar de que la firma ya venía siendo investigada, el intendente revoca su propia resolución, de cierre temporal, del 13 de mayo, para habilitar nuevamente. Este hecho llama poderosamente la atención y creemos que debe ser investigado”, señala la nota dirigida al fiscal Jalil Rachid, de la Unidad Especializada de Delitos Ambientales quien lleva el caso de la laguna Cerro.
La nota estaba prevista presentar el lunes, sin embargo no se concretó debido a que desde dicha dependencia comunicaron el cierre de oficina para desinfección por un caso positivo de Covi-19. “Esperamos poder presentar ya esta semana”, señaló la pobladora Herminia Valdez de Meza.
Esta semana salió a luz una resolución, del 18 de junio, por la cual la Intendencia Municipal de Limpio dispone habilitar temporalmente a la firma en cuestión. Desde la Junta Municipal aseguraron que dicha disposición no pasó por la corporación legislativa.
En el considerando figura que representantes de la empresa Waltrading manifestaron que “en el tiempo de la suspensión la empresa tomó los recaudos de adaptación. Incluso se ha contratado a la firma El Farol, especializada en el tratamiento, retiro y eliminación de todos los efectos de cualquier residuo líquido que eventualmente podría contaminar el ambiente”.
El concejal Daniel Vázquez recordó que ya habían solicitado la intervención de la Comuna. Aseguró que además de la habilitación a la empresa existen otras irregularidades como: obras inconclusas y otras inexistentes, construcciones de empedrados por valores astronómicos, rechazo por unanimidad del último balance presentado, entre otras anomalías.
Palacios, en contacto con ÚH.COM, argumentó que la empresa solo contaba con una habilitación provisoria, por eso los expedientes no pasaron por la Junta Municipal.
Contaminación. La firma Waltrading, dedicada al tratamiento de cueros, arrastra una serie de infracciones en su contra. Es señalada de ser la responsable de teñir parte de la laguna en rojo, por el vertido de efluentes. Actualmente tiene la licencia ambiental cancelada. El propietario, Rogelio Ferreira Martins, fue imputado. Hasta el sábado, fiscalizadores del Mades seguían constatando faltas, como filtraciones de lixiviados que provendrían de la mala disposición de la materia prima y lodo industrial.