Según se puede ver hoy en la edición digital de la revista Première, Depardieu, caracterizado como el orondo personaje de la aldea gala, aparece nervioso e impaciente volviéndole a decir a la azafata: “No puedo esperar, no puedo esperar!”.
Esta vez, sin embargo, no hace referencia a sus ganas de ir al baño, sino a las de comerse un jabalí, que como le explican pacientemente la mujer y Astérix, sentado a su lado, no le va a ser posible hasta que el avión no haya despegado.
“Necesito un jabalí, no puedo esperar más. Señorita, ¿podría traerme un jabalí?”, repite Depardieu, que haciendo caso omiso de las advertencias, se levanta de su sitio y según se intuye, empieza a comer, dejando por el aparato restos de carne y de grasa.
“Es asqueroso, hay por todas partes, vaya escándalo”, dice uno de los pasajeros, que imitando a la pasajera que en agosto informó a los medios locales, llama a la falsa “Radio Lutecia” para contar la primicia.
La aerolínea se ve obligada a anunciar que “debido a que hay restos de jabalí por todas partes, el avión tiene que regresar a la terminal”, al igual que sucedió en agosto cuando el aparato de Citijet, filial regional de Air France, tuvo que volver para limpiar la moqueta del pasillo, manchada en esa ocasión por restos de orina.
El vídeo sirve de promoción para la nueva película de Astérix y Obélix, “Les Gaulois dans l’espace”, cuyo estreno está previsto para octubre de 2012, y que ha sabido aprovechar el tirón del escándalo desatado en torno al intérprete.
Tanto en esa ocasión como en este vídeo, Depardieu está acompañado por Edouard Baer, que encarna a Astérix en la gran pantalla, y que en las imágenes facilitadas intenta tranquilizar al resto de viajeros, asegurándoles que todo está bajo control.