“Con toda seguridad hubo un derramamiento criminal de petróleo en la región costera. Estoy casi seguro. No tenemos bola de cristal para descubrir rápidamente quién es el responsable por el acto criminal, pero tomamos las medidas”, declaró este jueves el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, en un foro empresarial con inversores en Sao Paulo.
El mandatario brasileño evitó el miércoles, en diálogo con la prensa en Brasilia, especificar cuál era el país de origen del petróleo, aunque estudios preliminares de la petrolera estatal Petrobras apuntan a que podría proceder de Venezuela.
El crudo comenzó a aparecer en playas de más de sesenta municipios del litoral nordeste y ha provocado la muerte de tortugas marinas y aves y tiene en peligro a otras especies como el manatí.
“Es un asunto reservado”, dijo Bolsonaro en la víspera tras ser cuestionado por la prensa si la nación extranjera que estaba en el radar de las autoridades brasileñas era Venezuela.
De acuerdo con el gobernante, si fuese un accidente de un navío petrolero, el crudo todavía estaría derramándose y la embarcación pediría ayuda o sería detectada por satélites, pero, a su juicio, se trató de un material “arrojado criminalmente” en aguas marítimas brasileñas.
No obstante, a pesar de la negativa de Bolsonaro para confirmar los indicios de que sea petróleo venezolano, el ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, afirmó en una comisión del Congreso que “ese petróleo, muy probablemente de Venezuela, es petróleo que vino de un barco extranjero, navegando próximo a la costa brasileña”.
Un día después de la hipótesis de Salles y casi al mismo tiempo que Venezuela repudió la acusación, otro miembro del gabinete de Bolsonaro, el ministro de Minas y Energía, Bento Albuquerque, intentó apaciguar hoy los ánimos.
“En ningún momento se dijo que (el derrame) era de la Pdvsa (Petróleos de Venezuela S.A) o que era de ese origen. Lo que se dijo es que el petróleo encontrado tiene características similares al extraído en algunos pozos venezolanos, pero el origen probablemente fue de algún navío en alta mar cargando ese tipo de petróleo”, dijo.
Albuquerque, que participó en Río de Janeiro de una subasta petrolera este jueves, agregó: “Solo una investigación bastante compleja nos podrá decir el origen del derrame. La investigación fue iniciada el 2 de setiembre y en ella participan varias agencias”.
“Es difícil prever en cuánto tiempo se llegará a conclusión de esa investigación por ser bastante compleja y no estoy de acuerdo en que el Gobierno demoró a tomar medidas”, añadió.
Para el ministro, “la investigación comenzó el 2 de setiembre y fueron movilizados todos los recursos disponibles para limpiar esa área y mitigar la propagación del derrame a otras regiones”.
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“Es una situación totalmente atípica. Fueron encontradas manchas desde el norte de Maranhao hasta Sergipe y eso es atípico porque hay dos corrientes marítimas en la región, y una va al noroeste y otra al sur, por eso la complejidad de la investigación”, concluyó.
Por su parte en Caracas, Pdvsa, a través de una declaración en Twitter de su presidente y también ministro de Petróleo de ese país, Manuel Quevedo, rechazó este jueves lo que consideró como “acusaciones infundadas” de Brasil.
Quevedo consideró además, que los señalamientos buscan “profundizar las agresiones unilaterales coercitivas contra el pueblo venezolano”.
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En un comunicado, Pdvsa señaló que en sus campos “no existe evidencia alguna de derrame de crudo (...) que pudiera haber generado daños al ecosistema marino del vecino país” y apuntó que tampoco ha recibido reportes de clientes o filiales “sobre una posible avería o derrame en las cercanías de las costas brasileñas”.